Constantemente cuestionado por sus designaciones tácticas y el armado de los planteles mexicanos, Jaime Lozano apostó a este verano de 2024 por intentar generar un cambio en la estructura de la Selección Nacional mayor y dar pauta a una competencia interna en varias posiciones del campo.
Las no convocatorias de Hirving Lozano, Raúl Jiménez o Guillermo Ochoa, le dan paso a jugadores sin tanta trayectoria internacional con México como Luis Ángel Malagón, César Huerta o el mismo Julián Quiñones, que buscarán hacerse de un sitio en el cuadro definitivo que disputará el Mundial de 2026 a realizarse en la región de Norteamérica.
Con la idea de pensar a un mediano y largo plazo, pero la convicción de no responder a intereses ajenos del tema deportivo, Jimmy reitera en sus presentaciones públicas que existe una confianza dentro del grupo por este proyecto, más allá de sumar resultados que generan inestabilidad como la final de Nations League perdida ante Estados Unidos en marzo pasado.
Hasta antes del partido del viernes pasado frente a Bolivia, el mexicano presumía un récord de ocho victorias, tres empates y cuatro derrotas, con aspectos puntuales a mejorar en materia defensiva con 16 goles recibidos y 29 anotados.
En la base que hoy tiene México rumbo a Copa América, Edson Álvarez parte como la figura a seguir del tricolor con más de 15 partidos, seguido por Erick Sánchez, Luis Romo, Orbelín Pineda y Uriel Antuna, quedando en segundo plano Johan Vásquez, Jesús Gallardo y Luis Chávez con más de 13 encuentros.
Superada la prueba ante Bolivia, la gira por Estados Unidos aún les deja dos partidos amistosos ante Uruguay este miércoles 5 de junio, antes de concluir su preparación ante Brasil el sábado 8, antes de su debut en el torneo continental ante Jamaica del próximo 22 del mismo mes, para continuar con Venezuela y Ecuador los días 26 y 30./24Horas