La laguna de Acatlán, ubicada en el poblado de Huixtac de Taxco, Guerrero, fuente principal para el ganado vacuno y siembra, presenta un nivel por debajo de 50 por ciento de su capacidad.
Los pobladores del lugar, urgieron a la Comisiona Nacional del Agua (Conagua) que les apoye con un sistema de bombeo en pozos y manantiales para obtener agua de consumo humano, debido a que las pilas de ese poblado también han bajado su capacidad.
Esa localidad se ubica al sur poniente del estado, en medio de montañas, cerros áridos y tepetates, repletos de arbustos de huizaches.
Su ubicación hace honor a su nombre, el cual proviene del náhuatl que significa “lugar en donde abundan las espinas”.
Las calles de este pueblo son angostas, inclinadas y empedradas. Algunas viviendas conservan el estilo de la arquitectura colonial: techos de teja y paredes de adobe; otras casas han sido edificadas con tabiques o tabicones y lozas de cemento resultado de la migración.
En este lugar habitan alrededor de mil personas, aproximadamente 100 familias, y desde hace un año no cuentan con autoridad municipal, ni comisario o ejidal, porque los ciudadanos temen ser sometidos por la delincuencia organizada.
Desde el año pasado, los habitantes decidieron no designar al Comité de Comisarios Municipales, como una medida de autoprotección comunitaria.
ENTRE CRIMEN Y ESTIAJE
Pero ahora, enfrentan otro problema: la falta de agua.
La principal fuente para criar al ganado que es dicha laguna, luce casi vacía ante la falta de lluvia y de sistemas de bombeos para extraer agua de mantos acuíferos cercanos.
En la pila principal del pueblo, que se ubica en el barrio de Santa Cruz, uno de los depósitos de agua más antiguos y construido en 1933; ha sido limitado en su servicio, decisión que fue decretada por la asamblea comunitaria, así como también su horario de extracción de agua.
Los huixteños que han realizado recorridos por cerros y laderas en busca de agua y afirman que existe posibilidad de un sistema de bombeo para extraer agua y suministrar a las viviendas, pero piden que la Conagua lleve a cabo estudios factibles y determine un proyecto de agua potable.
Por el momento, en Huixtac, los habitantes esperan que la presa Acatlán no disminuya más para que el ganado pueda sobrevivir hasta que lleguen las lluvias.
La Conagua en su reciente estadística informó que la mayoría de las presas en Guerrero se ubican por debajo del 50 por ciento de su capacidad en plena temporada de estiaje. Los datos coinciden con los estudios del Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred), que afirmaron que el estiaje en México es del periodo de enero a mayo, y los meses más críticos son marzo, abril y mayo.