Los Cowboys confirmaron la muerte de su ex liniero ofensivo, Larry Allen, de tan solo 52 años, que se encontraba de vacaciones con su familia en México, sin que hasta el momento se determinen las causas del hecho.
El equipo de la Estrella Solitaria informó la noticia mediante sus portales oficiales en línea, en los que destacó la relevancia del jugador, miembro del Salón de la Fama del Futbol Americano Profesional.
Reconocido por su gran atletismo y su increíble fuerza, fue uno de los ofensivos más respetados en su posición y de los mejores que ha jugado en la NFL, de acuerdo con la franquicia de Arlington, Texas.
“Su versatilidad y confiabilidad también fueron partes distintivas de su carrera. A través de eso, continuó sirviendo como inspiración para muchos otros jugadores, definiendo lo que significa ser un gran compañero, competidor y ganador”, apuntó Dallas.
El equipo informó que se harán cargo de los servicios conmemorativos hacia Allen y que serán anunciados próximamente, mientras que la NFL lamentó el suceso mediante un comunicado en el que anunció que toda la familia que rodea a la liga está profundamente entristecida por su fallecimiento.
Seleccionado como universitario durante el Draft de 1994, el elemento jugó durante trece temporadas en la National Football League, siendo Dallas el equipo con el que más tiempo estuvo en activo, de 1994 a 2005 y con quienes ganó el Super Bowl XXX ante los Steelers de Pittsburgh. Después de su paso con dicho equipo, Larry jugó sus últimos dos años como elemento de los 49ers de San Francisco.
Incluído al Salón de la Fama en Canton, Ohio, como miembro de la generación seleccionada en 2013, Larry Allen fue seleccionado en once ocasiones al Pro Bowl y también integró al equipo All-Decade como uno de los mejores entre los años 1990 y 2000.
Después de su partida de San Francisco, Allen firmó un contrato de un día con los Cowboys para retirarse como elemento de Dallas y ser cuatro años más tarde inducido a la historia del futbol americano norteamericano en su primer año de elegibilidad.
Tanto la familia Jones, propietaria del club, como los Cowboys extendieron su condolencias, pensamientos y oraciones a la familia Allen, junto con los compañeros de equipo que también apreciaban a Larry.