Luego de que el domingo, algunas decenas de mexicanos residentes en España no pudieron emitir su voto en la embajada de México en Madrid, surgieron muchas especulaciones y acusaciones, sobre las razones por las que se quedaron sin sufragar.
Algunos -los más radicales– acusaron una maniobra por parte de las autoridades diplomáticas para frenar su derecho a elegir a quién gobernará por los próximos seis años.
Pero lo cierto, es que no hubo tal complot y mucho menos una intención de bloquear su derecho al voto; sino que se trató de un mal cálculo por parte de los representantes del Instituto Nacional Electoral (INE).
Y es que poco más de 13 mil mexicanos se registraron para votar (9 mil por internet, mil 200 por correo, que no tuvieron problema alguno; pero también había casi 2 mil para sufragar de manera presencial, y mil 500 extras que no se registraron).
El INE, conociendo estos últimos números, sólo envió a la sede diplomática siete módulos de votación cuando en realidad se necesitaban al menos 22 para procesar 3 mil 500 votantes (los presenciales y los no registrados).
Al abrir las casillas, el proceso comenzó lento, porque se les dio prioridad a las personas de la tercera edad, quienes tuvieron algunas dificultades para sufragar, toda vez que el proceso fue digital, mediante el uso de una tablet.
Pero una vez que se agarró el ritmo, con esos siete módulos se logró procesar casi mil 400 al cierre de las 18:00 horas.
La decisión del INE de no cerrar en Madrid a las 18:00 horas sino hasta las 2:00 horas (18:00 horas tiempo de México) fue clave y acertada pues para esa hora se logró que mil 402 mexicanos registrados, y mil 67 no registrados pudieran votar por sus autoridades.
Sin duda se trata de un extraordinario número, considerando que en una casilla ordinaria votan 750 personas.
Pero aún con la extensión del horario, se quedaron fuera unos 200 ciudadanos, quienes con razones fundadas externaron su molestia a través de una manifestación frente a la embajada.
La conclusión es que el INE falló en su cálculo sobre la infraestructura técnica, pero aún así, al final de la jornada se lograron sacar 2 mil 500 votos en total con tan solo siete módulos, lo que significa un ritmo promedio de más de 130 personas cada 60 minutos, es decir cada mexicano se tardó tres minutos en emitir su voto.
PREMIO A LITOPLAS
Donde están de plácemes es en Litoplas, empresa líder en fabricación de empaques y etiquetas, que comanda José Luis Bezaury; y es que el fin de semana recibió el segundo lugar en los Koenig & Bauer Green Dot Awards, donde se evalúan criterios de innovación e impacto ambiental.
El evento se llevó a cabo en Alemania y lo relevante es que es la primera vez que una empresa mexicana de este giro queda en la terna finalista a nivel mundial, compitiendo con China y Hong Kong.
Enhorabuena para José Luis Bezaury y colaboradores.
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@JuanMDeAnda