En la conmemoración del 25 aniversario de la muerte de Paco Stanley, Roberto Rondero asegura que esta es una de las historias negras de la fama
Foto: Especial | En la conmemoración del 25 aniversario de la muerte de Paco Stanley, Roberto Rondero asegura que esta es una de las historias negras de la fama  

Hace un cuarto de siglo, el mundo del espectáculo nacional se cimbró tras el asesinato del  carismático conductor de televisión, Paco Stanley, cuya historia fue abordada primero en la  docuserie El Show. Crónica de un Asesinato, de VIX y, después en la biopic, ¿Quién lo Mató?, de Prime Video.

Para el experto en contenido televisivo, Roberto Rondero, a 25 años de distancia, este caso es tan polémico, primero, porque no hay culpables y no se sabe bien a bien quién ejecutó la  orden del asesinato.

“Ese asunto se consideró como un magnicidio, pues Paco Stanley era muy famoso en ese momento. En aquel entonces, hay que recordar, era una de las primeras cartas fuertes de TV Azteca, a tal grado que fue recibido por todos los empleados de la televisora como si fuera el salvador, su nueva estrella. Pero lo más controversial es que en ese entonces estaba muy fuerte la campaña Vive sin Drogas, creada por Ricardo Salinas Pliego y eso acabó en un escándalo absoluto”, dijo en entrevista con este medio, Rondero.

Con las primeras investigaciones periciales del asesinato de Stanley, se dieron a conocer datos relacionados con problemas de drogas.

“Él también estuvo metido en la política, era una persona que no se conformaba con nada, era muy ambicioso y aprovechó que tenía a las audiencias cautivas. Empezó a formar alianzas, a tener apoyos políticos, influencias y se rodeó de otro tipo de gente, que no eran las más adecuadas”, sostuvo quien también fue jefe de prensa de Televisa en la época en la que la fama del conductor crecía, la cual considera, lo llevó a perder la vertical.

Sostiene que al no haber responsables de esta que cataloga como una tragicomedia a la mexicana, en donde hasta la procuración de justicia fue una vergüenza absoluta, y que en ¿Quién lo Mató? refleja esta historia negra.

“Las producciones que tienen más aceptación en el público son aquellas que no están autorizadas, porque las que sí lo están condicionan al espectador; además, en esta en especial desfiguran a los personajes. Pero lo que no se puede cambiar es que tanto Mario como Paco eran consumidores de drogas.

El morbo efectivamente hace que una serie como éstas tenga miles de seguidores, al ser  una historia que no fue bien contada en la legalidad y se quedó en los supuestos, sin importar el dolor de las familias de los implicados”, añadió.

Finalmente, sobre El Show. Crónica de un Asesinato, Roberto Rondero sostiene que ese es un caso contrario pues está basada en una investigación y en testimonios de quienes fueron parte del hecho o estuvieron cerca de él.

 

Controversias legales

La biopic ¿Quién lo Mató?, de Prime Video, ha sido muy polémica e hirió la susceptibilidad de los protagonistas reales de este melodrama como Mario y Brenda Bezares y Paola Durante, quienes emprendieron demandas legales en contra de la productora.

Es muy difícil conseguir que una demanda de estas proceda, primero que nada porque si revisamos, en la serie, los personajes no tienen los mismos nombres, a Mario Bezares y a  su esposa le pusieron su mismo nombre pero con el apellido Jiménez, por lo tanto, se puede alegar que se trata de otras personas, así como a Paola que no le pusieron apellido”, contó en entrevista con este medio, Eduardo Urrutia Arévalo, abogado litigante.

Además, suscribió que este tipo de demandas serían por Daños y Perjuicios y que buscan hacer dinero, pues no existe la posibilidad de llevar a nadie tras las rejas. 

“Es común que sientan que estas historias los hacen quedar mal y busquen reparar el daño a su persona, pero aquí no se está utilizando ni su nombre ni su imagen. Todo son dramatizaciones y hay escenas que son mera libertad del escritor para mantener el drama en el programa”, continuó.

Pero además, llama la atención que Stanley sí conserva su nombre, a diferencia de Benito Castro, quien también falleció y es nombrado con el apellido Castillo.

“Es muy probable que la familia de Stanley tenga que ver en la serie, muchas veces están en las producciones; les compran las historias. Hay que recordar que su hijo declaró que se acercaron a él y aunque al final no le gustó el tratamiento de la historia, es señal de que hubo contacto con quien pudiera tener los derechos del nombre, si es que incluso está registrado.

“A final de cuentas es dramatización y esa puede ser un arma a alegar si proceden legalmente porque un comunicado no es una demanda y aún no existen pruebas de que lo hayan hecho”, finalizó. /ALAN HERNÁNDEZ