Foto: OCESA |  

Pasadas las 20:40 horas, tras enunciar desde su voz que era esa la tercera llamada, se abrió el telón y empezó a sonar el Mariacheño con una fresca versión de “El Mariachi” para iniciar así con la primera noche de Christian Nodal en el Auditorio Nacional.

Apenas terminó esa introducción en la que el sonorense no participó, brincó al escenario para cantar “Adiós amor”, que bastó para terminar de encender los ánimos de muchos de las y los asistentes que estaban ya colmados de emoción.

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Con tan sólo unas pausas entre canciones, mismas que el originario de Caborca, Sonora aprovechaba para encenderse un cigarro o servirse un nuevo trago, el intérprete llevó a sus fanáticos a un camino de felicidad sin retorno debido a su manera de plantarse, por primera vez, en el escenario del coloso de Reforma.

A lo largo de poco más de dos horas, hizo bailar y cantar a los fanáticos que agotaron las entradas del Auditorio Nacional; acaso muestra su poderío y relevancia en la música regional no sólo en México, sino en el resto del globo. Que puede adjudicarse, en su mayoría, a la conexión tan estrecha que tiene con su público y a la manera en que siente lo que hace al estar plantado en un escenario.

Para homenajear a los artistas que le formaron como el frontman que es hoy, hizo sonar canciones de Sergio Vega, Julio Preciado, José Alfredo Jiménez, Valentín Elizalde, entre otros. Sin embargo, fue “Como una flor” de Selena Quintanilla la que puso a bailar sin descanso a todas y todos quienes vestían de botas y sombrero.

Entre canciones, en un par de ocasiones, hizo saber a todos y cada uno de los presentes que se encontraba conmovido y emocionado por esta primera presentación en el Auditorio, así como también por el recibimiento de todos quienes asistieron. La respuesta fueron aplausos que hicieron cimbrar las estructuras del recinto. Y claro, cantar con él todas sus canciones, aunque más tarde implicara quedar sin voz por un momento.

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Dentro del set list elegido, sonaron la mayoría de sus éxitos, entre otros, “Botella tras botella”, “AYAYAY!”, “Nace un borracho”, “Si te falta alguien”, “Ya no somos ni seremos”, “Probablemente”, “De los besos que te di” y “Amor tóxico”.

Aunque confesó en cierto momento que se encontraba por demás alegre debido a los tragos generosos de tequila —mismos que compartió con parte de sus músicos directamente de la botella—, dijo que quería seguir cantando, pero reconoció que era justo y necesario dejar algo para las tres noches que le restan como parte de su tour en la Ciudad de México.

Por ello, decidió entonar una vez más, para terminar de congratularse, “Adiós amor”, para decir hasta luego al público que estuvo de su lado durante toda la velada.

LDAV