Con pancartas, colonos de Ciudad Jardín, en la alcaldía Coyoacán, marcharon este domingo para exigir justicia por el asesinato de Moni, una perrita ciega y sorda, presuntamente asesinada por una vecina del lugar, quien, señalan, cuenta con un historial de agresión animal en los últimos 20 años.
Al grito de“¡Justicia para Moni”!, los vecinos se congregaron sobre la calle Crisantema para emprender la ruta que, de acuerdo a un video de seguridad, siguió Moni hasta llegar al domicilio de Flor, una mujer de la tercera edad señalada por supuestamente atar a la can para ingresarla a su domicilio, asesinarla a golpes y posteriormente enterrarla en un espacio comunitario.
La señora Esmeralda Yarce describió a su perrita como la más viejita de todos los lomitos de su casa, de carácter fuerte, muy fiel, exigente y cariñosa, la cual no acostumbraba salir de su hogar, principalmente por ser ciega y sorda… hasta el 27 de mayo, cuando desapareció.
“Pegué pancartas y el jueves (29 de mayo) recibo una llamada anónima de alguien que me dijo: no le tengo buenas noticias (…) yo vivo aquí donde Flor y le tengo malas noticias, tal parece que ya mató a su perrito”, explicó.
Luego de confirmar que se trataba de su mascota a través de un video de seguridad, Esmeralda señaló que el cuerpo del perrito se lo llevaron para hacerle una autopsia, revelando tres costillas fracturadas, los pulmones colapsados, vértebras rotas y que la causa de muerte fue por dolor y shock hipovolémico.
De acuerdo a los colonos, Flor lleva más de 20 años maltratando y asesinando animales en la zona, por lo que el asesinato de Moni, al no ser un hecho aislado, ha convocado las voces de las y los vecinos para exigir justicia y detener los actos de esta mujer.
Durante el recorrido, personas acompañadas de sus canes dieron acompañamiento a la señora Esmeralda, a la vez que externaron experiencias de agresiones y violencia vividas al tener contacto con la que denominaron “la mataperros de Coyoacán”.
Una de las vecinas relató que los actos violentos se han vuelto hacia las personas y a la propiedad privada como vehículos, motivo por el cual algunos advirtieron que el temor llega al punto de preocuparse por la integridad de las y los vecinos, así como de niñas y niños que acuden a instituciones educativas en la zona.
En el lugar, Esmeralda explicó que busca que quien le quitó la vida a su perrita pague con cárcel y no se escude en que es una mujer de la tercera edad para quedar nuevamente impune.