En una cancha de fútbol, que las autoridades municipales convirtieron en albergue para al menos mil 500 personas desplazadas de Tila, Chiapas, hay reclamos de que el Gobierno del estado “los olvidó”, pese a que hubo llamados de auxilio días antes de que el Ejército acudiera a sacarlos del poblado, ante la violencia que se vivía en la zona y que era generada por grupos del crimen organizado.

A media hora de distancia, este refugio temporal acoge a familias que huyen, quienes cargaron no sólo con sus objetos personales indispensables, también con perros y gallinas. 

La población del municipio de Yajalón, adonde fueron llevados para ponerlos a salvo, ha donado ropa y víveres, también alimento para estos animales.  

“Allá no pueden salir, porque ahí hay personas enfermas, ancianos que no pueden caminar, niños con discapacidades. Ellos se tienen que resguardar, pero no han podido salir”, afirmaron algunos de los vecinos liberados.

De acuerdo con testimonios recolectados por este medio, estas personas recuerdan que el grupo armado acechaba a los pobladores con carros rotulados con el nombre de Tila,  uniformes de soldados y armas largas.

Los criminales son de la localidad Sañoja (a pocos minutos de distancia), es un grupo criminal que hace matanzas, porque no vendemos droga ni alcohol, somos gente de trabajo”, señalaron en el anonimato por miedo a represalias.

En el quiosco del municipio de Yajalón, la Iglesia instaló un centro de acopio para mandar ayuda a los que se quedaron atrapados en sus viviendas en Unión Juárez, Chulum Chico y Mesija, por la violencia que azota el municipio de Tila.

Los indígenas choles corrieron a esconderse en las iglesias cristianas y católicas, cuando hombres armados comenzaron a quemar las casas.

“Es necesario que los alimentos les lleguen a ellos, para que ellos puedan sobrevivir, realmente no hay nada en Tila, todo está cerrado todo, No hay tortilla, No hay alimentos, Es más no hay agua entubada”, alertaron.

RESCATE

Militares implementaron un operativo relámpago para desalojar, de forma masiva y voluntaria, a indígenas tzotziles, que estuvieron atrapados por casi 40 horas, debido a los ataques de dos grupos armados del crimen organizado.

Ese enfrentamiento en el municipio de Tila dejó varias casas incendiadas, negocios afectados y, al menos, siete muertos.

Incluso un grupo de vecinos, representados por Susana Sánchez Martínez, denunciaron que el grupo denominado Los autónomos, ha generado zozobra en el municipio desde hace varios años, con diversos actos de violencia; esta vez, realizaron la quema de muchas casas de los pobladores, quienes “perdieron su patrimonio de muchos años