La Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) avanza en los negocios turísticos a través de la construcción de seis hoteles en las cercanías de los sitios arqueológicos por donde atraviesa el Tren Maya.

De acuerdo con una revisión de 24 HORAS, el Ejército publicó en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT) 21 contratos por un monto de 441.4 millones de pesos para el equipamiento y otros servicios de dichos inmuebles.

La mayoría de contratos se extienden hasta finales de este año, por lo que el Ejército continuará con su faceta de administrador de negocios turísticos al menos en los primeros meses del próximo Gobierno, que se prevé sea asumido por Claudia Sheinbaum.

La mayoría de detalles de la construcción de los hoteles en las cercanías de las ruinas de Palenque, Nuevo Uxmal, Edzna, Tulum, Chichen Itza y Calakmul están clasificados como confidenciales, aunque por los contratos de servicios se indica que este año la Defensa Nacional ya está en proceso de equiparlos.

Otro de los detalles es que el proyecto está a cargo del Grupo Aeroportuario, Ferroviario, de Servicios Auxiliares y Conexos Olmeca-Maya-Mexica, empresa que fue creada por órdenes del presidente Andrés Manuel López Obrador para que el Ejército administre el Tren Maya, aeropuertos, una aerolínea y otros negocios que no tienen que ver con la seguridad nacional.

Sin embargo, en la Plataforma Nacional de Transparencia los contratos están publicados por la Secretaría de la Defensa Nacional, y tienen como administrador al general Arturo Coronel, quien es director de Administración de la Sedena.

Los seis hoteles militares serán de cuatro estrellas, con entre 140 y 165 habitaciones cada uno, para ofrecer habitaciones a precios promedio de 2 mil pesos por noche.

Aunado a lo que se ha informado sobre los hoteles de la Sedena en las mañaneras y los contratos publicados, con la mayoría de información testada, no hay documentos oficiales sobre el proceso de construcción, por ejemplo sí hubo expropiaciones, cómo se tramitaron los permisos ambientales y de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), ya que se construyen cerca de zonas arqueológicas y protegidas.

El contrato más lucrativo es con Comercializadora Kunem, por 259.5 millones de pesos y se vence en diciembre de este año e incluye un cúmulo de objetos para equipar los seis hoteles.

Según el documento, se dotará a la Sedena de 6 mil 840 piezas de cada uno de los siguientes productos: almohadas y batas de baño, así como 100 bicicletas de montaña, marca Mercurio y rotuladas con el logo del Tren Maya, 574 colchones kin size, 448 camastros con cojín, mil 136 colchones matrimoniales, 85 comedores de madera, 2 mil 296 edredones, así como miles de piezas de mesas, lámparas, sillones y toallas para alberca, de las cuales se pidieron 5 mil 376.

El Comité de Transparencia del Ejército determinó que las ubicaciones y fechas de la entrega de los objetos están clasificadas como confidenciales por cinco años por Seguridad Nacional, debido a que su difusión podría “dañar la estabilidad económica del país”.

Con Bercale Services, la Sedena firmó un contrato por 87.4 millones de pesos, para dotar de mil 142 burros de planchar, 2 mil 284 canastas de mimbre, 4 mil 544 edredones, 13 mil 680 fundas de almohada, 11 mil 420 ganchos y la misma cantidad de hamacas, 4 mil 544 juegos de sabanas, así como miles de tapetes, cuadros y pantallas decorativas.

A su vez, existen contratos menores, como el firmado con la empresa Sega Segata por 1.1 millones de pesos por 13 piezas de pescaderas de acero inoxidable y grado alimenticio.

 

Militares empoderados

Alejandro Martínez Serrano, experto en Seguridad y catedrático de la UNAM, advirtió que existe una sobrerrepresentación del Ejército en la actual administración.

Señaló que darle al Ejército la administración de servicios hoteleros “no corresponde al papel de unas Fuerzas Armadas en un país democrático, sino por el contrario en uno donde el Ejecutivo utiliza a los militares para esos proyectos”.

Uno de los principales riesgos, dijo, “es el fenómeno de la corrupción, tomando en consideración que los integrantes de las Fuerzas Armadas no están exentos de participar en este tipo de actos, nada los desliga a la comisión de actos de corrupción, por lo que mientras más están expuestos, existe mayor riesgo de participar en esos actos, si el soldado o el marino estuvieran en sus cuarteles, no habría debilidades ante la posibilidad de estar involucrados en la compra de insumos que son completamente ajenos a lo castrense”.

El también académico de la Universidad La Salle indicó que Claudia Sheinbaum ha manifestado que dará continuación a varias políticas de la Cuarta Transformación y de los megaproyectos, por lo que la presencia del Ejército seguiría en otras áreas.

Consideró que en un futuro llegará la decisión de algún gobernante que quité todo el empoderamiento al Ejército, “de entrada de aquí al 2030 no se dará esa situación, pero llegará una administración que va a plantear una transición pacífica y regrese a las Fuerzas Armadas a sus tareas de defensa de la soberanía”.