Es probable que antes de la adhesión de los relatos y las novelas de terror a la literatura fantástica, cuando estas historias eran imposibles de registrar y se narraban entonces entre el fuego y la intemperie, ya se sabía que la emoción más humana y profunda era el miedo, el terror. Para entenderlo y disfrutarlo, ya más tarde, algunos personajes comenzaron a escribir historias acerca del mal, de lo oscuro, lo sobrenatural.

En esa tradición de la literatura de terror se inscribe Juegos de Niños, el primer libro escrito a cuatro manos por la escritora serial Sandra Becerril y el cineasta Henry Bedwell, herederos lejanos de H. P. Lovecraft y Horacio Quiroga, de Craven, Carpenter y quizás hasta Friedkin. 

A propósito, Sandra, autora en solitario de más de 40 novelas, confesó que no era sencillo escribir a cuatro manos, pues nunca habían escrito algo así en conjunto con nadie más. “Pero nuestro caso fue muy divertido y un proceso muy enriquecedor porque fuimos creando los personajes, los conflictos, la época en que está ubicada la novela”, destaca. Acaso hizo todo más sencillo la conexión que tienen y todo el tiempo que llevan colaborando juntos

Para ahondar en los funestos caminos de este título, publicado por la editorial De Otro Tipo, la también guionista confiesa que, en este caso los protagonista “no es que quieran ser los malos de su historia, pero todos tienen una sombra, ese arquetipo que los acompaña todo el tiempo, que es como el darkside que todos los seres humanos tenemos, que habla de los secretos, de la parte oscura”.

Agregó que fue deliberada la imperfección, porque querían que quienes lo leyeran se identificaran con ellos, y para eso la perfección no funciona.

Irremediablemente, a propósito de comentar brevemente el panorama actual de la literatura del género, principalmente en Latinoamérica, el director de Karem, la Posesión, precisa que “todo lo sobrenatural, lo fuera de este mundo, lo desconocido, todo lo que está detrás de lo que no ves, sigue siendo un elemento básico de la narrativa del género (…) Sigue siendo el mismo miedo. Le seguimos teniendo miedo a lo mismo”.

Por su parte, la autora de ¿A quién estás pensando matar? dice que no todos los horrores son desconocidos, pues hay unos que ya son viejos amigos, pero en el caso de su libro, dice, “fue muy padre poder trabajar con un horror que nosotros sabíamos de qué se trataba pero no los personajes y por lo tanto, tampoco los lectores”. 

Como sucede frecuentemente en el género, son los años 80 donde se sitúa la historia. Es una época importante, acaso definitiva para muchos, especialmente para Sandra y Henry. No por nada sus referentes son los que marcaron esa época tan inigualable. En el caso de la guionista, destaca a Juan Rulfo y su Pedro Páramo. Bedwell, por su parte, las formas de “contar historias”, y remite al clásico de Sean S. Cunningham.

Juego de Niños está a la venta directamente con la editorial, en algunas librerías y, claro, con los autores, quienes prometen enviar el ejemplar autografiado a quienes así lo adquieran.