Superiores en el juego mental, que llevó a los Mavericks a perder a su figura al cierre del partido y a cometer faltas sinsentido, los Celtics se acercaron al título de la NBA con una tercera victoria sobre Dallas de 106-99, para quedar a un triunfo de su decimoctava corona.
Forzados a ganar en su primera aparición ante su afición dentro del American Airlines Center de Dallas, los Mavericks lograron una primera mitad sumamente balanceada ante el cuadro de Boston, que después de 24 minutos con el marcador 51-50 a favor de los Mavs.
El trabajo realizado durante los primeros dos cuartos tuvo una caída estrepitosa para el tercer parcial, en el que Celtics logró una diferencia de 19-35 que dejó el juego con más de quince puntos a favor de la visita en una noche en la que Jayson Tatum y Jaylen Brown se combinaron para 61 puntos entre ambos.
Con doce minutos para concluir el encuentro los dirigidos por Jason Kidd lograron encestar hasta 20 puntos por solo ocho de Boston, para dejar una diferencia mínima de tres unidades con cinco minutos en el cronómetro.
Cuando el reloj marcaba cuatro minutos, Luka Doncic fue expulsado del partido por cometer su sexta falta y dejó a Dallas sin su mejor elemento y con la obligación hacia Kyrie Irving de comandar al equipo en los nulos intentos por ganar el partido.