Miles de personas se manifestaron este jueves en varias ciudades de Brasil contra un proyecto de ley en el Congreso que equipara el aborto con homicidio, imponiendo penas de hasta 20 años por interrumpir embarazos de más de 22 semanas, incluso en casos de violación.
La presión de las bancadas conservadoras logró que el proyecto pasara directamente al plenario de la Cámara de Diputados sin debate previo, lo que alarmó a los grupos progresistas.
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En Río de Janeiro, los manifestantes corearon “Niña no es madre” y levantaron pancartas en defensa de los derechos de las mujeres, además denunciaron que el Congreso tiene “intereses sucios” y que los legisladores “defienden el derecho del feto pero no el de una niña violada”.
El Código Penal actual de Brasil permite el aborto en casos de violación, riesgo de muerte de la gestante o malformación cerebral del feto. Fuera de estas excepciones, el aborto puede acarrear penas de hasta cuatro años.
La reforma, impulsada por la bancada evangélica, califica como “homicidio simple” cualquier aborto después de la semana 22. Esto podría afectar especialmente a niñas y jóvenes violadas, que a menudo no detectan el embarazo a tiempo.
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Datos oficiales indican que cada 15 minutos una menor de hasta 13 años es violada en Brasil y que anualmente, cerca de 20 mil menores de 14 años se convierten en madres.
Aún no hay fecha para la votación del proyecto en la Cámara de Diputados. Las manifestaciones también ocurrieron en São Paulo, Brasilia y Florianópolis.
MSA