Con la confiscación de sus bienes, deudas y activos, el Partido de la Revolución Democrática (PRD) se encamina a la extinción, tras 35 años en la escena política, en lo que se prevé un largo camino para decretar su liquidación por no lograr el umbral de requeridos para mantener el registro.

Y es que el INE todavía no ha logrado concretar la extinción del Partido Humanista (PH), que perdió su registro en 2015 y solo estuvo un año en la competencia electoral, mientras que el sol azteca será el instituto político con mayor trayectoria que perderá ese estatus desde 1990.

Para concretar su desaparición, deberá pasar un largo camino de impugnaciones ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), que podrían ir desde tratar de rescatar votos hasta la declaratoria de pérdida de registro; luego, el INE emitirá el aviso de liquidación y con los recursos de sus bienes y remanentes de financiamiento, indemnizará a sus empleados y pagará deudas, lo que puede llevar años hasta que se publique en el Diario Oficial (DOF) su desaparición.

El organismo electoral abrió la etapa de prevención y en los próximos días, la Comisión de Fiscalización nombrará al interventor de ese instituto político, quien tomará el control de sus bienes, valuados en más de 200 millones de pesos, así como de sus activos y, en su caso, deudas.

De concretarse su extinción, pues el PRD ha impugnado los resultados de la elección de más de 200 distritos electorales, a finales de octubre el INE comenzará su proceso de liquidación, en el que estará facultado para vender sus bienes muebles e inmuebles para pagar deudas o liquidaciones de trabajadores, y el remanente deberá regresar a la Tesorería de la Federación.

 

Patrimonio 

De acuerdo con documentos alojados en la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), el inmueble de mayor valor del sol azteca es su edificio sede, ubicado en la calle Benjamín Franklin 84, colonia Escandón, en la Ciudad de México, que tiene un valor catastral de 160 millones de pesos.

El PRD compró el edificio el 23 de diciembre de 2020, en plena segunda ola de la pandemia de Covid-19, tras 10 años de usarlo mediante arrendamiento; actualmente su escrituración se encuentra en trámite y el interventor que designe el INE tomará el control del inmueble en los próximos días.

Los documentos de transparencia indican que el partido también es propietario de otro inmueble en la calle Monterrey 50, en la colonia Roma de la capital del país, que adquirió el 1 de marzo de 1998 mediante una donación -sin especificar el benefactor– y que, en caso de concretarse su extinción, se rematará o pasará a la Tesorería de la Federación.

Dicho edificio tiene un valor catastral de 25.4 millones de pesos y albergó los años de gloria del PRD y la izquierda en el país, pues fue su sede principal luego del triunfo de Cuauhtémoc Cárdenas como jefe de Gobierno del otrora Distrito Federal.

También desde Monterrey 50, Andrés Manuel López Obrador se alzó con el triunfo como jefe de Gobierno en el 2000, se planificó la estrategia de defensa del voto en el 2006 y se lograron gubernaturas como la de Morelos, Chiapas y Michoacán.

El PRD fue fundado en 1989 y tiene como antecedente directo el Frente Democrático Nacional (FDN), que aglutinó a las principales figuras de la izquierda mexicana, tras las elecciones presidenciales de 1988, en las que obtuvo el triunfo Carlos Salinas de Gortari.

En 1989, el Partido Mexicano Socialista (PMS) le cedió su registro, por iniciativa del luchador social, Herberto Castillo, -cuyo nombre fue inscrito ayer en el muro de honor del Senado. Así, el PRD se convirtió en partido y absorbió entre sus filas a los movimientos de línea marxista, como el trotskista y la Asociación de Izquierda Revolucionaria.

Además, aglutinó en una sola fuerza al Partido Mexicano de los Trabajadores (PMT), el Partido Socialista Unificado de México (PSUM), el Partido Patriótico Revolucionario (PPR) y la Unión de la Izquierda Comunista.

 

Ocaso del sol azteca

Tras perder los comicios presidenciales de 2006 y 2012, López Obrador renunció al PRD, días después de que Enrique Peña Nieto obtuviera la constancia de presidente electo, para fundar el Movimiento Regeneración Nacional, ahora Morena y que es la primera fuerza política del país.

Durante el sexenio de Peña Nieto, la corriente denominada Los Chuchos tomó el control del partido y, como presidentes, Jesús Zambranbo y Carlos Navarrete firmaron el Pacto por México junto al PRI y PAN, con lo que se lograron las reformas constitucionales como la educativa, energética, electoral y de telecomunicaciones. Además, en los estados comenzó a aliarse al PAN para las gubernaturas.

A la par, el sol azteca fue perdiendo a sus principales figuras, como Cuauhtémoc Cárdenas, quien renunció en 2014, así como Ifigenia Martínez y Marcelo Ebrard.

En 2020, Zambrano, un exintegrante de la Liga Comunista 23 de septiembre, fue elegido para otro periodo al frente del partido, que culmina este año, y desde esa fecha siguió fraguando alianzas con Acción Nacional, hasta la reciente elección presidencial, en que también se unió al PRI… pero de las tres fuerzas políticas, la de la Revolución Democrática fue la única que no logró 3% de la votación.

 

Trámite engorroso

Los procesos de liquidación de partidos suelen durar años, y el INE actualmente tiene abiertas liquidaciones de fuerzas políticas que no lograron la votación mínima desde hace nueve años.

El Instituto Nacional Electoral tiene contemplado este año un gasto de 13.7 millones de pesos para costear la logística de las fuerzas políticas extintas en su proceso legal de desaparición.

De acuerdo con un recuento de 24 HORAS, desde 2016 a la fecha, el Instituto ha presupuestado al menos 82 millones de pesos para financiar el pago de interventores, fiscalizadores y costos de operación para concluir con su liquidación.

Resalta el caso del Partido Humanista, que perdió su registro por no lograr el umbral de votos en la elección federal de 2015 y no ha podido extinguirse de manera definitiva, aunque solo estuvo un año en la competencia electoral, por lo que el PRD tendrá el mismo destino.

 

 

Formar nuevo partido es complicado: experto

 

Tras las declaraciones de perredistas como Jesús Zambrano, sobre que en el PRD buscarán formar un nuevo partido en caso de que el Tribunal Electoral ratifique su extinción, José Antonio Carrera, académico de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), señaló que la constitución de un nuevo instituto político es difícil, ya que en sus primeros años de vida la fuerza política naciente debe mostrar la capacidad de alcanzar el 3% de una votación.


“El nuevo partido político que tuviera registro el próximo año, tendría que ir a las elecciones de 2027, y demostrar solito que tiene la capacidad de congregar al menos el 3% de los votos, es difícil construir un nuevo partido político, muy difícil“, comentó.

En entrevista con 24 HORAS, el experto en política expuso que el nuevo partido formado a partir de las cenizas del PRD debe tener clara su ideología y su proyecto a comparación de las otras fuerzas.

“Por ejemplo si es de izquierda, que es lo más probable, en el discurso se tiene qué preguntar que tipo de izquierda se va a diferenciar; de la social demócrata de MC o de la izquierda Institucional y reformista de Morena”, apuntó. /ARMANDO YEFERSON