Un sumergible de propulsión nuclear estadounidense llegó a Cuba, según informó el Pentágono ayer, un día después de que un submarino nuclear ruso atracó en La Habana, en una inusual visita a la isla comunista.
“El submarino de ataque rápido USS Helena se encuentra en la Bahía de Guantánamo, Cuba, como parte de una visita de rutina al puerto”, afirmó el Comando Sur de Estados Unidos en un comunicado, en referencia a la base naval estadounidense en la isla.
“La ubicación y el tránsito del buque estaban previamente planificados”, añadieron.
El anuncio llegó después de reiterados pedidos de Volodimir Zelenski a la comunidad internacional y generó gran descontento en Vladimir Putin, quien advirtió que podría responder con medidas similares, armando a aquellos países cercanos a él que se opongan a las acciones de Occidente.
“Si suministran armas a la zona de combate y piden el uso de estas armas contra nuestro territorio, ¿por qué no tenemos derecho a hacer lo mismo?”, advirtió.
Cabe mencionar que la bahía de Guantánamo se ubica en el extremo oriental de la alargada isla, lugar donde se encuentra la Base Naval de la Bahía de Guantánamo, que abarca casi 118 km².
Por su parte, el submarino ruso de propulsión nuclear Kazan llegó el miércoles a La Habana. Fue acompañado por la fragata Almirante Gorshkov, un petrolero y un remolcador de salvamento. Ambos se encuentran en exhibición en el malecón de La Habana.
Este inusual despliegue ruso, a tan solo 145 kilómetros de la costa de Florida, ocurre en medio de grandes tensiones por la guerra en Ucrania, conflicto en el que Occidente apoya a Ucrania contra la invasión rusa.
El ejército estadounidense asegura que monitorea de cerca la presencia de los barcos rusos, aunque afirma que no representan una amenaza directa.
En ese sentido, algunos expertos consideran estas acciones como una demostración de fuerza de ambas naciones, poniendo a la isla comunista como epicentro.
Durante la Guerra Fría, el despliegue de misiles nucleares soviéticos en la isla desencadenó la Crisis de los Misiles en Cuba en 1962, cuando Washington y Moscú estuvieron al borde de la guerra.