Pie: Blindaje. Elementos de la Sedena, Marina, policías locales y estatales montaron un operativo para restablecer el orden en la localidad
Foto: Quadratin | Pie: Blindaje. Elementos de la Sedena, Marina, policías locales y estatales montaron un operativo para restablecer el orden en la localidad  

Comunidades del sur de Quintana Roo ubicadas en Bacalar, se paralizaron debido a una balacera que se registró ayer en la comunidad El Gallito, así como el secuestro de cinco personas.

Las llamadas al número de emergencias 911 desde las siete de la mañana, por un presunto enfrentamiento entre grupos del crimen organizado, alertaron a las autoridades.

Los disparos se escucharon desde temprano, por lo que muchos comercios no abrieron y muchos padres de familia optaron por no llevar a sus hijos a la escuela, ante el temor de ser afectados por alguna bala perdida. 

El suceso alertó a las autoridades de los tres niveles de Gobierno, quienes se trasladaron al poblado siendo elementos del Ejército mexicano, quien encabezó el operativo junto a la Marina, para salvaguardar a los habitantes de esta comunidad. 

Helicópteros, unidades terrestres y equipos tácticos han sido desplegados para investigar y asegurar la zona afectada.

Después de varias horas, la situación regresó a la calma e incluso cuatro de los cinco secuestrados fueron puestos en libertad, a excepción de Jesús Alexis Vergara Quiñones, de 27 años.

Las clases quedaron suspendidas hasta nuevo aviso en comunidades aledañas, en las cuales las familias se resguardaron y el paso está restringido.

DISPUTA DE CÁRTELES

De acuerdo con las investigaciones, sicarios del Cártel de Caborca arrasaron con la comunidad de El Gallito, Bacalar, bastión de la familia Coronel del Cártel de Sinaloa

Según informes preliminares, varios vehículos ingresaron al lugar y dispararon contra los habitantes mientras dormían durante la madrugada.

El Gallito, enclave de los del Pacífico, fue atacado por un grupo fuertemente armado y hubo autos y casas incendiadas.

OTRO EPIDOSIO

A finales de mayo, fueron privados de la libertad, asesinados y arrojados frente a una funeraria dos funcionarios del ayuntamiento de Bacalar.

Un comando armado arribó a la casa de José Roberto Coronel Minaya, para secuestrarlo, junto a su hermana, y posteriormente fueron hallados sin vida.