Sin dejar algún espacio a duda sobre su coronación, los Celtics de Boston definieron el quinto encuentro de las Finales ante los Mavericks de Dallas con la idea de conquistar un nuevo título de NBA y con un marcador final de 106-88, se proclamaron nuevamente campeones en la duela norteamericana.
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Ampliamente superiores en una primera mitad en la que consiguieron una ventaja de 67 puntos por solo 46 del conjunto local, el equipo dirigido por Joe Mazzulla hizo historia ante su gente y se convirtió en el equipo más ganador en la historia de la National Basketball Association con 18 campeonatos en sus vitrinas.
Finalizada la sequía de 16 años desde su última coronación, el equipo comandado en la duela del TD Garden por Jayson Tatum y Jaylen Brown finalizaron la serie con cuatro triunfos por solo uno de los Mavs, campeones de la Conferencia Oeste que no lucieron a la altura de las exigencias, salvó su estrella Luka Doncic en un plano individual.
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Después de igualar lo hecho por Larry Bird en 1986 con más de 20 puntos, 10 asistencias y cinco rebotes, Jayson Tatum tuvo un rendimiento digno de jugador estelar, al convertirse en el primer elemento de los Celtics en sumar más de 30 unidades y 10 asistencias en una Finales de NBA, para concluir con 31 puntos y 11 contribuciones ofensivas antes de ser sustituido y ovacionado con menos de dos minutos en el reloj.
Como reconocimiento por lo realizado en los cinco juegos, el alero de 27 años Jaylen Brown fue reconocido como el Jugador Más Valioso de la última serie de la temporada, con el trofeo Bill Russell por su rendimiento individual.