La Franja de Gaza experimentó ayer una relativa calma, tras el anuncio del ejército israelí de una pausa en sus operaciones en una zona del sur de Gaza, destinada a facilitar la entrada de ayuda humanitaria al territorio.
Después de ocho meses de bombardeos, Gaza vivió una jornada “casi tranquila en comparación con los días anteriores”, declaró Mohamed Basal, portavoz de la Defensa Civil.
No obstante, Basal informó sobre “algunos bombardeos” en varios barrios de Ciudad de Gaza, en el norte, y disparos de artillería en Rafah, en el extremo sur del territorio, donde el ejército israelí lanzó una ofensiva terrestre.
El ejército israelí aclaró que, pese a “la pausa táctica“, “no hay ningún cese de las hostilidades en el sur de Gaza y las operaciones en Rafah continúan”.
“La persona que tomó la decisión de instaurar una pausa mientras nuestros soldados caen en combate es malvada y estúpida”, denunció el ministro israelí de Seguridad Nacional, de extrema derecha, Itamar Ben Gvir.
La pausa diaria se anunció tras la muerte de 11 soldados israelíes, ocho de ellos en la explosión de una bomba en la Franja de Gaza.