VOX POPULI. Las manifestaciones reflejan la intensificación de la polarización política y la movilización ciudadana ante el ascenso de la extrema derecha.
Foto: AFP | VOX POPULI. Las manifestaciones reflejan la intensificación de la polarización política y la movilización ciudadana ante el ascenso de la extrema derecha.  

Tras la sorprendente victoria de la extrema derecha en los comicios europeos, el presidente Emmanuel Macron decidió adelantar las elecciones legislativas previstas para 2027 a los días 30 de junio y 7 de julio próximos. El anuncio ha generado, desde entonces, una “bola de nieve” de eventos que han sacudido el panorama político francés.

Marine Le Pen, líder del partido Agrupación Nacional (RN), que logró imponerse en el 93% de los municipios franceses, ha afirmado estar lista para asumir el poder.

Los primeros sondeos proyectan una victoria de RN, aunque sin alcanzar una mayoría absoluta, lo que podría llevar a una situación de cohabitación política. Desde la instauración de la Quinta República en 1958, Francia ha experimentado tres cohabitaciones, donde el presidente y el gobierno pertenecían a diferentes partidos políticos.

La semana también estuvo marcada por la ruptura del “cordón sanitario” que tradicionalmente ha aislado a la extrema derecha. Éric Ciotti, presidente de Los Republicanos (LR), propuso una alianza con RN, desencadenando una crisis interna en su partido. La dirigencia de LR, apoyada por la mayoría de sus parlamentarios, destituyó a Ciotti.

En la izquierda, los desacuerdos internos dieron paso a la formación de un Nuevo Frente Popular, una coalición que agrupa a socialistas, ecologistas, comunistas y La Francia Insumisa (LFI). Esta nueva coalición busca una ruptura con las políticas de Macron y propone la derogación de la impopular reforma de pensiones.

Sin embargo, la izquierda radical ha enfrentado tensiones internas. LFI decidió apartar a cinco de sus diputados críticos con su líder, Jean-Luc Mélenchon, y reincorporó a un allegado condenado por violencia conyugal, lo que provocó denuncias de “purgas” por parte de sus socios de coalición.

Por si fuera poco, estas convulsiones políticas culminaron el fin de semana en manifestaciones masivas convocadas por los sindicatos contra la extrema derecha. Según la policía, unas 250 mil personas participaron en las protestas, cifra que la central sindical CGT eleva a 640 mil.

Los próximos días serán cruciales para determinar si el movimiento de Macron logrará su objetivo o si, por el contrario, abrirá la puerta a una nueva etapa de cohabitación política en Francia.