Mientras la marca de moda española Oteyza presentó una muestra de su espectáculo Merina, Gucci hizo lo propio con una colección masculina entre lujo artesanal italiano y libertad de movimiento.
Al son de las castañuelas, Oteyza presentó ayer una muestra de su espectáculo Merina en el Instituto Cervantes de París, a un día del inicio de la Semana de la Moda masculina.
El espectáculo, un homenaje a la lana, combinó moda, danza, música y artes visuales, y fue creado como una nueva forma de presentar las confecciones de la marca.
“Se acabaron los desfiles, empieza el show”, declaró Paul García de Oteyza, fundador de la firma junto a su mujer Caterina Pañeda.
Merina se basa en la lana producida por las ovejas del mismo nombre, un tejido histórico en España, utilizado en buena parte de las prendas de Oteyza y que llegó a ser, de cierto modo, un tipo de oro español, según el fundador de la marca.
Por otro lado, en el cuarto día de la Semana de la Moda masculina, en la que se presentaron las colecciones primavera-verano 2025, con obras maestras de Gucci como abrigos tres cuartos de cuero coronados por un pequeño cuello, declinados en colores pastel como el verde manzana y el rosa, con largas hendiduras en la espalda y altos bolsillos verticales.
El corte de las prendas es preciso y limpio, y los tejidos, blandos. Predominan el cuero, la popelina y la seda.
El director artístico de Gucci, Sabato De Sarno, pone al día el uso del pantalón corto, omnipresente, que se combina con chaquetas cruzadas o con camisas del mismo tono por encima, o incluso con abrigos largos. Eso sí, el pantalón corto de cuero, color burdeos –tono emblemático de la firma–, se lleva sin camisa.
Para la playa, propone camisas anchas decoradas con perlas o flores bordadas, pero también estampadas con hojas de plátano, surfistas o incluso delfines.