Tal vez Noam Chomsky estaría más interesado en el vínculo entre reforma judicial y transformación para desplazar la desigualdad reafirmando una disrupción epistemológica popularmente liberadora desde el lenguaje. A favor de la reforma judicial.
Michel Foucault enfatizaría el nexo entre el micropoder de los juzgados y la cotidianidad casi biológica del poder de la norma presuntamente vigilada y castigada por los jueces en un orden para la clase dominante siempre adaptable.
De aquella discusión casi fetiche de 1971, entre el intelectual no fallecido ayer pero víctima de los propios medios cuestionados por él, y Foucault, aquejado por el virus de aquellos años 80 y nunca de su genio, nos queda recordar la utilidad de la inteligencia crítica e, indirectamente, la conveniencia inmediata de la concisión periodística.
En los corrillos financieros de la CDMX se aborda esta hipótesis respecto de la reforma judicial: no será conocida en su magnitud hasta la asunción plena del poder por Claudia Sheinbaum. Del estilo de poder de la primera Presidenta, mediante el modo específico de implementación de la reforma, conoceremos sólo después de la conclusión del mando formal del presidente Andrés Manuel López Obrador.
¿Pueden personas ajenas al conocimiento del Poder Judicial elegir con votación directa a quienes representarían los mejores perfiles de un poder por definición equidistante de los otros? Debate en curso. Chomsky estaría a favor, Foucault sería escéptico del traslado del control a la asamblea de votantes del pueblo.
Desde la oposición se insiste en la presunta inconstitucionalidad de una supuesta pérdida de contrapesos ante el Ejecutivo. Algo similar a la discusión contra las reformas emprendidas en 2011 por el Gobierno de izquierda de Rafael Correa en Ecuador, país ahora gobernado por el derechista Daniel Noboa y con el cual México rompió relaciones tras la irrupción en su embajada.
Comenzaron con una consulta popular, un Consejo de la Judicatura de Transición, la reestructuración de la Corte Nacional de Justicia y la destitución de jueces para seleccionar nuevos. En un año, el índice de riesgo medido por el Emerging Markets Bond pasó de 800 a mil 100 puntos y la inversión extranjera directa cayó de 579 millones de dólares a 568 millones. Conforme las reformas mostraron resultados, la percepción de riesgo mejoró y en 2014 la IED alcanzó 772 millones de dólares.
La iniciativa mexicana tiene otros matices: “Acabar con fueros y privilegios”, ha dicho Clara Brugada, jefa de Gobierno electa de la CDMX y sucesora de Martí Batres; o el cuestionamiento a la “ineficacia” del Poder Judicial federal según la ministra Lenia Batres.
Hay ya un ejemplo sudamericano de la discrepancia entre la opinión financiera y la estabilización posterior del clima económico. Chomsky para la grilla. Foucault para una inteligencia distinta. Sorry a los fundamentalistas.
@guerrerochipres