En un laboratorio de Seúl, un equipo de científicos surcoreanos inyecta células cultivadas de carne vacuna a granos individuales de arroz
Foto: AFP| En un laboratorio de Seúl, un equipo de científicos surcoreanos inyecta células cultivadas de carne vacuna a granos individuales de arroz  

En un laboratorio de Seúl, un equipo de científicos surcoreanos inyecta células cultivadas de carne vacuna a granos individuales de arroz con la esperanza de revolucionar la forma en que el mundo se alimenta.

El líder del equipo, Hong Jin-Kee, cree que el llamado “arroz carnoso” puede convertirse en una forma ecológica y ética para que la gente obtenga sus proteínas, ayudando a prevenir hambrunas o alimentar a los astronautas en el espacio.

Ningún animal sufrió con este experimento del que Hong Jin-Kee, mostró un bol lleno de arroz, de un color rosado y con un leve aroma de mantequilla, cultivado con músculos y grasa vacuna.

Utilizando carne cultivada “podemos obtener proteína animal sin matar ganado”, dijo Hong, de la Universidad Yonsei de Seúl.

Empresas de todo el mundo han buscado comercializar alternativas a la carne, como la carne de origen vegetal o cultivada, debido a los cuestionamientos éticos a la cría industrial de ganado y las preocupaciones por las emisiones de gases de efecto invernadero relacionadas con la ganadería.

Hong escogió el arroz para su investigación debido a que es la principal fuente de proteína para la población asiática.

Pero el proceso puede ser demorado: un grano de arroz está cubierto con gelatina de pescado para ayudar con la adherencia, luego se le inyecta individualmente con células de res antes de ser cultivado en una placa de petri por hasta 11 días.

El arroz tiene una “estructura ligeramente porosa”, dijo Hong, y una vez que se le inyectan las células de res, el grano presenta “una estructura ideal para que las células crezcan uniformemente de adentro hacia afuera”.

El arroz “carnudo” de Hong contiene 8% más proteína y 7% más grasa que el arroz normal.

Hong y su equipo buscan llevar el proceso a gran escala y esperan que su creación sea aprobada para uso en situaciones de emergencia alimentaria en países africanos.

“Para quienes están limitados a (…) solo una comida diaria, un pequeño aumento (de proteína) se vuelve increíblemente importante”, aseguró el científico.