Directo. Daniel Noboa destaca su alineación con Lula Da Silva, sugiriendo afinidad ideológica y personal
Foto: AFP | Directo. Daniel Noboa destaca su alineación con Lula Da Silva, sugiriendo afinidad ideológica y personal  

Daniel Noboa, presidente de Ecuador, no escatimó en referirse a algunos mandatarios latinoamericanos, al llamar al colombiano Gustavo Petro como “un snob izquierdista”, al salvadoreño Nayib Bukele como “arrogante” y al argentino Javier Milei “lleno de sí mismo”, según un reportaje publicado este lunes por la revista estadounidense The New Yorker.

Según el reportaje publicado ayer, Noboa se siente particularmente alineado con Luiz Inácio Lula Da Silva de Brasil, a quien conoció hace 15 años en un evento empresarial en México.

En el artículo, el mandatario da su opinión sobre varios mandatarios de la región, dejando varias críticas frente a algunos de sus homólogos. Noboa describió al presidente de Colombia, Gustavo Petro, como un “esnob izquierdista” y agregó que tenía la costumbre de dar conferencias en lugar de entablar conversaciones”; finalmente, aseguró que “es inteligente, pero no logra hacer nada”.

Respecto al argentino Javier Milei, el ecuatoriano lo percibe como “alguien lleno de sí mismo” y cuestiona su desempeño desde que asumió la presidencia, sugiriendo que “no ha demostrado mérito alguno”. Sobre Nayib Bukele, quien ha adoptado medidas controvertidas en la lucha contra las pandillas, Noboa se desmarcó del salvadoreño, al llamarlo “arrogante” y subrayar que su estrategia de seguridad “fue enteramente democrático. Le pregunté al Poder Legislativo y al Poder Judicial cuando declaré mi guerra. Tuve el respaldo de los tres poderes para hacerlo”, dijo.

Estas revelaciones surgen en un contexto en el que Ecuador se prepara para ser anfitrión de la Cumbre Iberoamericana en noviembre, un evento que reunirá a líderes de toda la región en la ciudad andina de Cuenca.

La política de exterior de la administración de Noboa se ha visto fuertemente marcada por el asalto realizado en abril a la Embajada de México en Quito para detener a Jorge Glas, quien fue vicepresidente y sobre el que había una orden de detención emitida por un juez, un episodio por el que México rompió relaciones con Ecuador.