La situación por la presencia de turbosina en el drenaje de la colonia Cuchillos del Tesoro, en la alcaldía Gustavo A. Madero, ha empeorado y las autoridades no dan información. Únicamente mantienen su presencia, realizan limpieza y mediciones; algunos vecinos sufren afectaciones a la salud e incluso no pueden dormir.

“La verdad es que ya ni se puede dormir, mira nada más cómo tengo los ojos; dos o tres personas de obras ya se sintieron mal también”, manifestó a este  diario Héctor Barrera.
En tanto, la señora Verónica dijo: “La situación está empeorando porque mientras no encuentran la raíz de esto, que dicen que son tomas clandestinas, y no le den seguimiento(…) con todas las lavadas que hagan y todos los vactor que pasen, vamos a seguir con el mismo problema”.

Refirió que también les es molesto que no les permiten ver cuando hacen las mediciones en las coladeras, lo cual, señaló, genera desconfianza en la población ante la posibilidad de que les están ocultando algo.

Sin embargo, dijo que confía que en la siguiente reunión con autoridades ya les den resultados e información certera que permita conocer la situación que enfrentan y la gravedad.

En la zona, vehículos de Pemex y del Gobierno de la Ciudad de México, acompañados de unidades y elementos del Ejército, la Sedena y de la Guardia Nacional, realizan recorridos por las calles para realizar el lavado de los ductos de drenaje, en donde vierten agua contra incendios con jabón.

Mientras que los camiones vactor se encargan del desazolve como parte del saneamiento, pero sin dar mayor información a los colonos, quienes indicaron que solo les han comentado la recolección de unas muestras para su análisis.

Vecinos señalaron que durante los recorridos y acciones de saneamiento, el olor a hidrocarburo que emana de las coladeras se ha intensificado, ya que el fuerte aroma era perceptible en ciertas zonas y horarios, pero ahora prevalece a lo largo de diferentes cuadras y en cualquier horario, lo cual, abundaron, se ha vuelto poco tolerable porque los malestares a la salud se han vuelto persistentes, incluso se intensificaron los síntomas.

El señor Héctor recurrió a la unidad médica que dispuso la Secretaría de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil a un costado del mercado local para recibir atención debido a los malestares que presentó y que indicó, se han vuelto poco tolerables como náuseas, ardor de ojos y picazón en la garganta.

“Me checaron mi presión y me dijeron que estaba bien, entonces me pusieron unas gotas(…) pero no estaban dando medicamentos y tuve que pasar a la farmacia a comprar las gotas”, relató al compartir que este jueves acudirá a su clínica.

A un costado del mercado local se instaló una unidad médica móvil para atender los cuadros de intoxicación, cuyos síntomas son: dolor de garganta, ojos rojos, mareos y náuseas.

Por lo que el personal médico realiza un chequeo a la presión, temperatura, oxigenación y una exploración física. De ser necesario, se canaliza a la persona a la unidad de salud que le corresponda para recibir la atención necesaria.

Ayer esta unidad solicitó un tanque de oxígeno como precaución para tenerlo a disposición y brindar el servicio a quién requiera.