Durante la peregrinación hacia la Basílica de Guadalupe, para agradecer por sus primeros 20 años al frente del personaje de Místico, el luchador profesional admitió ante medios de comunicación no sentirse aún una leyenda de los cuadriláteros, a la espera de hoy culminar sus festejos junto al Consejo Mundial de Lucha Libre y una función en la Arena México ante Hiromu Tanahashi, estrella de NJPW.
Acompañado en el recinto religioso por un centenar de personas, el peleador convivió con varios de sus seguidores, que acudieron en muchos casos con máscaras de oro y plata. “Tengo 20 años que he batallado, pero hacer lucha libre es algo que disfruto cada vez más. Si este deporte me pide más tiempo, se lo daré con todo el gusto del mundo”, afirmó.