El derecho a aprender de cerca de 30 millones de estudiantes se vio duramente comprometido en el último ciclo escolar del gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, afirmó la organización de la sociedad civil, Mexicanos Primero.
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En un comunicado expuso que el ciclo escolar 2023-2024 estuvo marcado por el cambio de modelo educativo, por nuevos libros de texto, la opacidad de la evaluación de los aprendizajes de estudiantes, una reducida inversión, apenas 96 pesos al año por docente, para la formación continua de maestros y afectaciones climáticas que afectaron a planteles con precaria infraestructura escolar.
Oficialmente, abundó la organización, las clases terminan en tres semanas y es fecha que se desconoce el resultado de la evaluación diagnóstica que la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (MEJOREDU) aplicó al inicio del ciclo escolar y que permite detectar áreas de oportunidad y mejora de los aprendizajes.
También, continuó, persiste la incertidumbre respecto a la participación de México en PISA 2025, para lo cual la SEP debe realizar la prueba piloto antes de concluir este ciclo escolar y tampoco hay información sobre estrategias o acciones de mejora de los aprendizajes, derivadas de los resultados de PISA 2022 que se presentaron en diciembre pasado.
“La polémica generada por los libros de texto gratuitos provocó que miles de estudiantes iniciaran el ciclo escolar sin libros. Fue el caso en el Estado de México, Guanajuato, Jalisco, Campeche, Querétaro, Colima, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Aguascalientes donde hubo retrasos en la entrega de entre un mes y hasta cinco meses que incluso motivó la recomendación de la CNDH 21/2024 para Coahuila y Chihuahua. Adicionalmente, la mayoría de las y los docentes conocieron el contenido de los libros de texto de la Nueva Escuela Mexicana al inicio de las clases”, indicó Mexicanos Primero.
A esto, indicó, se suma, que en el último ciclo escolar del sexenio hubo paro de maestros de casi cuatro semanas, en mayo que dejó sin clases a los estudiantes de Oaxaca, Chiapas, Baja California y Yucatán.
Además, la temporada de calor evidenció la precaria infraestructura escolar y de servicios básicos en 25% de las entidades del país que tuvieron que adelantar el cierre del ciclo escolar, establecieron la modalidad a distancia o modificaron el horario escolar por falta de agua o energía eléctrica.
Esto ocurrió en Chihuahua, Sinaloa, San Luis Potosí, Yucatán, Jalisco, Sonora, Durango y Guanajuato.
“ De acuerdo con datos de Mejoredu, de 238 mil escuelas de educación básica y media superior, 26 mil 463 no cuentan con servicio de electricidad, 56 mil 109 operan sin agua, 43 mil 558 no tienen lavamanos y hay 5 mil 950 planteles sin sanitarios. En suma, del total de escuelas, cuatro de cada 10 carecen de los cuatro servicios básicos completos”, expuso.
Mexicanos Primero estimó que para que los estudiantes de preescolar, primaria, secundaria y media superior estén en escuelas con condiciones mínimas en infraestructura y servicios se requiere una inversión de 51 mil 932 millones de pesos, inversión que equivale al 0.15% del Producto Interno Bruto (PIB).
“Desde Mexicanos Primero hemos insistido en que las autoridades tienen la obligación de garantizar el derecho a aprender de las niñas, niños y adolescentes, que les permita estar, aprender y participar en la escuela. Para lograrlo, las autoridades deberán destinar los recursos suficientes que garanticen planteles con infraestructura y servicios básicos, maestras y maestros en cada grupo durante todo el ciclo escolar, tecnología adecuada y sistemas de información y evaluación para identificar los avances en el aprendizaje de las y los estudiantes”, señaló la organización.
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