Ayer tuvimos en la alcaldía de Iztacalco un ejemplo de lo que serán los “foros’’ para dizque debatir la reforma al Poder Judicial, convocados por Morena y aceptados por la oposición.

 

En dicha alcaldía se realizó una “reunión informativa’’, en la que los simpatizantes de la reforma explicaban los supuestos beneficios del cambio ordenado por López Obrador.

 

Llegó la ministra Lenia Batres y cuando trató de abundar en la necesidad de dicha reforma, quienes estaban presentes en la explanada, que se supone eran trabajadores del mismo Poder Judicial, comenzaron a gritarle “mentira’’ y “fuera’’, “fuera’’.

 

Le gritaron también que ella no se había formado en la carrera judicial y que por lo tanto no tenía autoridad en lo que decía.

 

La reunión terminó casi en zafarrancho; en redes sociales, los simpatizantes de Morena acusaron a “reventadores enviados por Norma Piña’’, pero ¿qué esperaban, que los trabajadores del Poder Judicial aplaudieran la eventual pérdida de derechos obtenidos?

 

Como sea, el tema es que los foros, sean del nivel que sean, solo servirán para lavarle la cara al partido en el gobierno, que simulara que escuchó a todos los interesados en el tema, pero sin modificar una coma de la iniciativa original.

 

Por cierto, aunque los foros fueron aprobados en la Comisión Permanente, no se conoce el calendario ni los lugares en los que habrán de realizarse los encuentros.

 

Ayer, por lo pronto, vimos una probadita.

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La Guardia Nacional será parte de la estructura de la Defensa Nacional, tal como quiso siempre López Obrador, sin respetar el compromiso de que formara parte de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal.

 

Solo es cuestión de que Morena aplique su mayoría en el Congreso para que este grupo, creado como auxiliar de las policías estatales y municipales en materia de seguridad, sea oficialmente -formalmente ya lo es- una extensión del Ejército.

 

De hecho, la mayoría de sus más de 130,000 elementos son policías militares y unos pocos miembros de la extinta Policía Federal.

 

Así que la lucha de la oposición para evitar que se incumpliera el compromiso de un mando civil y de que la GN estuviera adscrita a la Secretaría de Seguridad, aguantó solo unos meses.

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Entre los rumores que circulan en torno a los próximos nombramientos de la virtual presidenta, Claudia Sheinbaum, está uno que seguramente es una broma.

 

Dicho rumor coloca al todavía gobernador (es un decir) de Chiapas, Rutilio Escandón, como embajador en alguna representación mexicana en Europa.

 

Nada más habría que observar lo que está ocurriendo en Tila, para comprender por qué se trata de una broma.

 

Por mucho, Escandón ha sido el peor gobernador de Chiapas en la historia -y mire que ha tenido competencia-.

 

Como nunca, el estado vive la peor crisis de violencia e inseguridad de su historia; comunidades completas están tomadas por los grupos de la delincuencia organizada sin que la autoridad, estatal o federal porque la municipal sirve para dos cosas, hagan algo para paliar la situación.

 

Lo de Tila debería escandalizar a todo el mundo.

 

¿Cómo es posible que una comunidad completa tenga que desterrarse para salvar sus vidas mientras que el gobierno, sabiendo de los problemas de violencia, llega a “resolver’’ tres días después del éxodo?

 

Escandón deberá ser juzgado no solo por la historia, sino por la negligencia que demostró al permitir que el narco se apoderara de la zona sur de Chiapas.

 

     @adriantrejo