Para 2025 se anticipa que el déficit público se ubique en 3.0% del PIB, lo que implicaría una disminución cercana al 3% del PIB, lo que es una buena señal, afirmó el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Afirmó que la tarea es compleja, cuando se mantiene la necesidad de crecientes recursos para solventar el gasto en los programas de asistencia social que ya existen más los que se tienen planeados como los que anunció la virtual presidenta electa del país, que tienen como objetivo tratar de evitar la vinculación de jóvenes con la violencia como “Jóvenes unen a México” y “Reconecta con la paz de jóvenes primo-delincuentes”.
El organismo dependiente del sector privado resaltó que si bien no se tienen contemplados nuevos impuestos y nuevas políticas fiscales, además de no aumentar la deuda como porcentaje del PIB, es evidente que el objetivo será eficientar las fuentes de recursos, pero especialmente su asignación.
Enfatizó que en virtud de una ausencia de reforma fiscal, que es el compromiso señalado por la virtual presidente electa, el fortalecimiento de las fuentes de ingresos tributarios será por el continuo combate a la evasión y elusión, así como la digitalización.
“Pero ante la oportunidad de la relocalización… necesitamos un ambicioso programa de infraestructura que dinamizaría la inversión”.