Familiares de víctimas de los ataques de Hamás en Israel denunciaron a la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), al alegar que facilitó una matanza sin precedentes, según documentos judiciales.
UNRWA, que coordina prácticamente toda la ayuda en Gaza, ha estado en el punto de mira de Israel desde enero, cuando la acusó de que una docena de sus 13 mil empleados participaron en los ataques en los que murieron mil 195 personas, la mayoría civiles, según datos oficiales israelíes.
Dichas acusaciones llevaron a varios gobiernos, incluido el de Estados Unidos, a suspender la ayuda a la agencia, amenazando sus esfuerzos para entregar ayuda en la Franja, aunque varios han reanudado la financiación.
Los demandantes sostienen que UNRWA, así como varios directivos de la organización incluidos en la querella, “pasaron más de una década antes del atentado del 7 de octubre ayudando a Hamás a construir la infraestructura terrorista y el personal necesarios para llevar a cabo” dicho atentado sin precedentes.
La organización de la ONU “proporcionó a sabiendas a Hamás los dólares en efectivo que necesitaba para pagar a contrabandistas por armas, explosivos y otro material terrorista”, según los querellantes.
Una investigación independiente, liderada por la exministra francesa de Relaciones Exteriores Catherine Colonna, reconoció que había problemas de “neutralidad” entre algunos funcionarios de la organización, pero concluyó que Israel no había proporcionado pruebas de sus acusaciones.
El jefe de UNRWA, Philippe Lazzarini, uno de los demandados, ha repetido que Israel “debe poner fin a su campaña contra UNRWA”.
La querella fue interpuesta en Nueva York porque UNRWA utiliza los servicios bancarios de la ciudad, alegaron los abogados de los demandantes.