Finalmente, el programador y activista australiano, Julian Assange ha logrado alcanzar la libertad, luego de salir el lunes de la prisión de Belmarsh, en Londres. Tras una odisea que lo llevó hasta las Islas Marianas del Norte, territorio estadounidense en el Pacífico, donde se declaró culpable de ciertos cargos criminales, logró evitar su extradición a Estados Unidos.
Assange, de 52 años, anteriormente, había estado asilado durante siete años en la embajada de Ecuador en Londres y los últimos cinco años los dedicó a luchar contra su extradición a Estados Unidos. Según CBS News, Assange no pasará tiempo bajo custodia estadounidense y recibirá crédito por el tiempo que estuvo encarcelado en el Reino Unido, por lo que su destino será su país natal, Australia.
Fundado en 2006, Wikileaks publicó más de 10 millones de documentos, muchos de ellos clasificados, sobre guerra, espionaje y corrupción. El activista fue acusado en 2010 y 2011 de conspirar para obtener y revelar información de defensa nacional, por lo que Washington alegó que los documentos publicados por su sitio, que detallaban las guerras de Irak y Afganistán, pusieron vidas en peligro.
Sin embargo, parecía que el destino le tenía reservada esa fama al australiano, ya que con 16 años, Assange se había convertido en un talentoso hacker y programador, miembro de un grupo llamado Subversivos Internacionales. Cinco años después, Assange fue detenido en su casa de Melbourne acusado de acceder ilegalmente a varias computadoras pertenecientes a una universidad.
La noticia de la liberación de Assange ha sido recibida con alegría por sus simpatizantes a lo largo y ancho del mundo, pero con cautela debido a que se declaró culpable para llegar al acuerdo. Sin embargo, figuras como el exvicepresidente estadounidense Mike Pence han criticado el acuerdo, considerándolo “un error judicial”.