A las 19 horas (tiempo del centro de México) se llevará a cabo el esperado debate entre los candidatos presidenciales de Estados Unidos, Joe Biden y Donald Trump. Este encuentro, organizado por CNN, promete ser un campo de batalla en torno a la política migratoria, uno de los temas que genera mayor interés y tensión.
Por un lado, el republicano Donald Trump ha sido enfático en su retórica antimigrante. Acusando a los migrantes de “envenenar la sangre del país”, el magnate ha centrado su campaña en medidas draconianas para controlar la migración.
Durante su mandato de 2017 a 2021, implementó la política de “tolerancia cero”, que criminalizaba a los migrantes que ingresaban ilegalmente y separaba a las familias. Además, comenzó la construcción de un muro en la frontera con México, proyecto que continúa siendo una piedra angular de sus propuestas.
El republicano, de 78 años, ha llegado a comparar a los migrantes con criminales y pacientes de instituciones mentales, lo que le ha valido duras críticas y comparaciones con Adolf Hitler.
Por otro lado, el demócrata Joe Biden, de 81 años, se presenta como el defensor de una política migratoria “más humana”. Llegó a la presidencia con la promesa de crear una vía hacia la ciudadanía para 11 millones de indocumentados y asegurar una política de asilo más compasiva. No obstante, su administración ha enfrentado la oposición de los conservadores en el Congreso, dificultando la implementación de sus propuestas.
El actual presidente ha endurecido recientemente las medidas para controlar la migración, firmando un decreto que limita la entrada de migrantes por la frontera con México cuando se registren más de 2 mil 500 cruces irregulares en una semana.
A pesar de estas medidas, el demócrata sigue defendiendo su compromiso de no separar familias ni demonizar a los inmigrantes. Su administración ha concedido amparo migratorio a medio millón de venezolanos y ha simplificado el proceso para que los migrantes casados con estadounidenses obtengan la residencia sin salir del país.
También ha prometido acelerar la concesión de visas a graduados de centros educativos estadounidenses con ofertas de trabajo altamente cualificadas, beneficiando a los “dreamers” protegidos por el programa DACA.
El debate de esta noche será crucial para ambos candidatos, quienes deberán convencer a un electorado profundamente preocupado por la seguridad en la frontera y la afluencia de migrantes.