En esta montaña rusa de emociones político-financieras que se ha dado tras los resultados electorales, hoy viene otro episodio de emoción con la divulgación de nuevos integrantes del futuro gabinete de la virtual presidenta electa, Claudia Sheinbaum.

Es como si fuera uno de esos juegos mecánicos en la oscuridad, donde más vale ir bien agarrado porque no sabemos hacia dónde va a girar, subir o bajar el carrito en el que vamos.

No tenemos idea si en este juego mecánico de la política nacional nos toca una nueva subida con vuelta a la izquierda como lo vimos con los primeros seis nombramientos que fueron bien recibidos por los mercados y prácticamente por todos aquellos que no forman parte de la radicalidad del régimen actual.

Personajes preparados, calificados y con una muy sana distancia del Presidente saliente que causaron una buena impresión, sobre todo porque ahí estuvo incluido el equipo de secretarios que estará a cargo de la relación con los Estados Unidos.

Otro movimiento en la misma dirección, de subida y a la izquierda, durante la segunda presentación de los futuros integrantes del gabinete, podría ayudar a levantar los alicaídos niveles de confianza.

Sobra aquello que señalan desde el régimen con sus argumentos de que ellos no trabajan para agradar a los inversionistas de los mercados financieros capitalistas y toda esa letanía trasnochada.

Realmente no importa tanto si se divierten o no los operadores financieros en esta montaña rusa mexicana, porque ellos simplemente si ya no les gusta el juego se pueden salir en cualquier momento. Lo que hacen es adelantar si acompañarán o no al gobierno en su siguiente recorrido sexenal.

Pero con López Obrador a la sombra de la futura presidenta se puede esperar una caída precipitada con el nombramiento de algunos de los incondicionales del mandatario saliente en el próximo gabinete.

Puede cualquier montaña rusa generar esos subidones de adrenalina siempre y cuando los usuarios sepan que es una atracción segura, pero cuando mete mano alguien que claramente ha saboteado la estabilidad económico-política nacional del país, da miedo que el carrito se pueda salir de los rieles.

Así que, si aparecen los impresentables en posiciones clave, será como escuchar un crujir en el juego de la estabilidad nacional.

Ya vimos como en la fila de esa montaña rusa sacaron a algunos que no daban la estatura como Fernández Noroña, pero hay otros impresentables que se pueden colar, como el saliente gobernador de Veracruz.

Esta montaña rusa del gabinete se puede permitir alguna vibración o bachecito en tramos no cruciales, con algún nombramiento de compromiso en carteras secundarias, pero cuando se llega a la doble vuelta invertida con tirabuzón de la Secretaría de Gobernación o los mandos militares, ahí sí se necesita tener los cinturones de seguridad de la prudencia muy bien amarrados.

Hay que decirlo, incluso hasta entre aquellos que no les gusta esta feria de la 4T, hay algún grado de confianza en que la siguiente administración puede pasar de los actuales juegos destartalados de feria de pueblo a un equipamiento más robusto, que tampoco nos llevará a los grandes parques mundiales, pero sí podría hacer un papel más decoroso, seguro y satisfactorio con el futuro de este país.

 

     @campossuarez