El gobierno de Bolivia anunció la detención de 17 militares y civiles señalados de haber participado en el fallido golpe de Estado contra el presidente Luis Arce.
Quince de los detenidos por su presunta vinculación con el intento de golpe el miércoles, cuando tropas y tanques asediaron la casa de gobierno durante horas, fueron presentados con esposas, chalecos antibalas y custodiados por policías.
Los otros dos, el general Juan José Zúñiga y el vicealmirante Juan Arnez, excomandantes del Ejército y la Armada, respectivamente, señalados como líderes del plan, fueron detenidos el miércoles.
Ambos enfrentan una pena de hasta 20 años de prisión por terrorismo y alzamiento armado, según la fiscalía.
La policía, que ayer reforzó la vigilancia del palacio presidencial, busca a otros tres sospechosos.
Antes de encabezar el complot, el excomandante del ejército iba a ser destituido. A comienzos de la semana había amenazado con detener al expresidente Evo Morales -rival de Arce, aunque de su mismo partido- si insistía en buscar la presidencia en 2025.
El miércoles, en el momento de mayor tensión, una tanqueta intentó derribar una de las puertas del palacio presidencial, donde Arce se reunía con su gabinete.
El presidente encaró al general Zúñiga cuando este ingresó caminando por esa misma puerta y le ordenó que volviera a los cuarteles, según un video difundido por la presidencia.
Zúñiga se negó pero abandonó minutos después el palacio presidencial. Sus tropas finalmente se replegaron después de más de tres horas.