Con un origen que se remonta a 1844, los poppers nacieron cuando Antoine Balard logró sintetizar el Nitrito de Amilo, con el fin de tratar dolores de pecho al ser inhalado directamente. No obstante la gente que lo utilizó comenzó a quejarse por efectos secundarios que eclipsaban el beneficio principal; entre estos efectos estaban migrañas constantes, dificultad para respirar y caída de la presión arterial, por lo que se dejó de utilizar en la medicina al descubrirse que también dilata las arterias coronarias de los pacientes, provocando una mayor circulación sanguínea.
En los años 70 los poppers llegaron con la moda ‘disco’ entre la comunidad gay al popularizarse su consumo en bares, discotecas y saunas.
Se les conoce como ‘poppers’ porque al ser fabricadas en ampollas de vidrio, se tenía que romper la punta de está generando un sonido de pop dejando salir el gas contenido listo para ser inhalado y dando origen al conocido eufemismo que ahora les otorga su peculiar nombre.
Personas pertenecientes a la comunidad LGBT+ aseguran que si bien es una droga conocida por ser consumida por personas gay, no necesariamente es solo por ellos. Para integrantes de la comunidad es importante que no sea un estereotipo, pues el consumo de esta sustancia no diferencia por extractos sociales ni entre sexos u orientaciones.
Los efectos de los Poppers
También conocida como ‘La Droga Reina’ pues durante el acto sexual los consumidores ya experimentan un aumento en la libido y relajación de esfínteres, lo que según testimonios los lleva a un clímax de mayor intensidad.
Los efectos de los poppers se presentan casi de manera instantánea y dura unos cuantos segundos, pero mantiene altos los niveles de excitación en quien lo consume.
Manuel Flores, quien orgullosamente se identifica como miembro de la comunidad, conoce los efectos de esta droga por testimonios dentro de su círculo. Afirma que no es consumidor de poppers. Recomienda que quien quiera usarlos se informe, sea cuidadoso sobre todo en las circunstancias y el consentimiento.
Esta droga no se encuentra formalmente prohibida en nuestro país ni se regula su comercialización a pesar de ser un peligro para la salud, aunque esto se sabe a través de los reportes de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), institución de EU que emitió una alerta sobre su consumo irresponsable.
La FDA asegura que no se cuenta con una evaluación segura de estas sustancias principalmente constituida por el ya mencionado nitrito de amilo aunque actualmente suele combinarse con saborizantes o algún otro tipo de elementos que modifican la experiencia del usuario dependiendo la presentación, sin embargo, no se cuenta con la certeza de que estos se puedan ingerir o inhalar.
Peligro en botellas pequeñas
Los poppers se empaquetan en botellas pequeñas y muchas veces su presentación se puede confundir con bebidas energéticas; también pueden adquirirse en línea o en sexshops. La forma de ofrecerlos en las tiendas físicas es como “ambientadores”, desodorantes, cosméticos o quitaesmaltes para no levantar alarmas.
Aunque en México su primera mención se registró por el Sistema de Reporte de Información en Drogas (SRID) en 1988, fue hasta 2023 que la COFEPRIS y la Secretaría de Salud, publicaron una alerta sobre su consumo. Además de hacer énfasis en las sustancias para su elaboración y sus efectos en la salud, en ese comunicado recalcaron que estas sustancias se mezclan con alcohol, tabaco u otras drogas como marihuana, metanfetamina o cocaína.
También se señala la presencia de elementos que producen estados de euforia y de no represión, incrementando la practica de actos sexuales no seguros que lelven a contraer infecciones de transmisión sexual (ITS).
A pregunta extendida por 24 Horas, el Dr. Sergio Montalvo, quien a su vez es maestro en Salud Pública y cuenta con Master en VIH, menciona que los efectos secundarios generados con un consumo no responsable de poppers son la pérdida de visión, enrojecimiento de los ojos, congestión nasal, pérdida del apetito, hemorragia nasal, taquicardias, náuseas y vértigo así como alteraciones sistémicas y cardiovasculares hasta un posible paro cardíaco.
No existe un registro sobre el número de consumidores de estos inhalantes y en apariencia pueden existir consumidores sin efectos inmediatos en la salud, pero los daños podrían aparecer en un futuro pues cada versión y marca en el mercado se elabora con diferentes tipos de nitritos o se les agrega otras sustancias que no se describen en las etiquetas y pueden ser un riesgo para el desarrollo de adicciones.
Los poppers son populares y su uso es reconocido en la comunidad LGBT+ pero son un grave riesgo para la salud por su comercialización abierta y engañosa.