Dos grandes incendios forestales asolaron Ática, la región de Atenas, un día después de que se registraran más de 40 siniestros más en Grecia, nación que prevé un verano boreal especialmente complicado.
Acostumbrada a veranos abrasadores, la nación helénica se enfrenta a una dura temporada de incendios forestales tras el invierno más cálido y la ola de calor más temprana registrados, con temperaturas que alcanzaron los 44 °C.
Unos 140 bomberos, 39 vehículos, ocho helicópteros y nueve aviones estaban movilizados para luchar contra las llamas en Keratea, a unos 20 kilómetros al sur de la capital.
El canal Ertnews indicó que al menos cuatro casas quedaron destruidas por el fuego.
Al norte de la capital, otro incendio se declaró en el suburbio de Stamata, donde los habitantes tuvieron que evacuar.
Los bomberos consiguieron controlar el domingo otro gran incendio, que comenzó en la isla de Serifos el sábado por la tarde y que causó daños en casas, almacenes y capillas, según el alcalde.
En total, el sábado se declararon más de cuarenta incendios en toda Grecia, con vientos que a menudo superaron los 100 km/h, según el servicio de bomberos.
El mapa de previsiones publicado por el Ministerio de Protección Civil para el domingo advertía de un riesgo muy alto de incendios en Ática, Peloponeso, Creta, el norte y el sur del Egeo y el centro de Grecia.
El primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, pidió a los griegos que se preparen para una difícil temporada de incendios forestales. “Nos esperan tiempos difíciles”, afirmó.