El grupo parlamentario de Acción Nacional en la Cámara de Diputados presentó una iniciativa de reforma a la Constitución para asegurar que el Presidente de la República mantenga una salud óptima para el ejercicio del gobierno, incluyendo su salud mental.
Es crucial que quien lidera y protege la soberanía y seguridad del país esté siempre en condiciones de hacerlo, aseveró el diputado Éctor Ramírez Barba.
La reforma constitucional propuesta por el panista establece que el estado de salud mental o enfermedad incapacitante del Presidente de la República es información de interés público y quedará exceptuada de la protección y reservas de ley.
Te podría interesar: Bárcena califica de positivo el T-MEC para México
En la apertura de Sesiones Ordinarias del Primer Periodo de cada año de ejercicio del Congreso, el Presidente deberá presentar un informe clínico actualizado en versión pública donde se haga constar de su buena salud mental y la ausencia de una enfermedad incapacitante.
Además, deberá ser requisito para desempeñar el cargo tener un buen estado de salud mental y ausencia de enfermedad incapacitante, que deberá acreditarse con los estudios clínicos y dictámenes médicos de conformidad con las normas aplicables y la ley en la materia, mismos que deberán hacerse públicos.
“Durante los últimos sexenios, ciudadanos y medios de comunicación han solicitado conocer el estado de salud y el expediente clínico del presidente en turno, a menudo debido a especulaciones o escenarios de incertidumbre, como sucedente hoy en Estados Unidos.
“Sin embargo, tanto instituciones públicas garantes del derecho al acceso de la información, como tribunales, han rechazado consistentemente proporcionar esta información, argumentando su carácter confidencial y reservada”, explicó.
En México, sostuvo, no existe voluntad política para conocer el estado de salud de los mandatarios, incluso en circustancias de hospitalizaciones y cirugías de riesgo.
Entre las responsabilidades de quien detenta el Poder Ejecutivo en México, detalló el panista, está el promulgar y ejecutar las leyes, es responsable de preservar la seguridad nacional, disponer de la Guardia Nacional, declarar la guerra y dirigir la política exterior, para el cual debe estar en el goce pleno de sus capacidades físicas y mentales.
Indicó que algunos de los principales efectos que derivarían de la incertidumbre sobre la salud del presidente es que se afecte su capacidad para tomar decisiones, lo que puede llevar a retrasos en la implementación de políticas y programas.
Te podría interesar: Cede PAN y presenta cuatro propuestas para elección de integrantes del Poder Judicial
“Una mala salud puede generar incertidumbre política, lo que puede desestabilizar la confianza pública y la de los mercados internacionales. La capacidad de respuesta rápida y efectiva a crisis nacionales o internacionales puede verse comprometida si el presidente no está en plena capacidad de sus funciones.
“Las relaciones diplomáticas pueden verse afectadas si el presidente no puede participar en reuniones y cumbres internacionales, lo que puede debilitar la posición del país en negociaciones y acuerdos”, enumeró.
En conclusión, comentó Ramírez Barba, el presidente de México debe evitar especulaciones sobre su estado de salud, más allá de la mayor o menor apertura que tenga respecto de su privacidad.