Ojo por ojo, diente por diente, dice el aforismo. Así suele ser, aunque puedo no estar de acuerdo.

La guerra entre Rusia y Ucrania ha evidenciado una ayuda total de los países de la Alianza Atlántica por su casi “socio” ucraniano. Apenas ha habido fisuras. Estados Unidos ha sido el más cercano al presidente de Ucrania Volodymyr Zelenski. Pero ha habido muchos más. El presidente francés Emmanuel Macron llegó incluso a decir que el país galo podría mandar soldados franceses, en el marco de la Alianza Atlántica a Ucrania. Hace muy pocos días, el Rey de España Don Felipe de Borbón, en calidad de Capitán General de los tres ejércitos, visitó los países bálticos, Lituania, Estonia y Letonia. Allí dijo que esos países no están solos en una hipotética guerra contra Rusia. Hay que recordar que todos guardan frontera con el país de los zares. El monarca español dejó claro que España no dudaría en ayudarles.

Con todos estos antecedentes y muchos más, Rusia no se ha quedado atrás. Vladimiro Putin viajó recientemente a Corea del Norte, allí se vio la muy buena sintonía que tiene con el líder norcoreano Kim Jong-Un. En aquel encuentro el mandatario ruso amagó con enviar armas a Corea del Norte como, y cito palabras textuales – hace la OTAN con Ucrania –. Y es que Putin tiene más aliados de los que pensamos. La mayoría son de los países satélites de Rusia. También recientemente viajó a Vietnam y también ahí le presentaron sus respetos a Putin. Falta el más importante, el gigante amarillo, China. Se trata del mejor aliado de Rusia.

Pero no se trata de ver quiénes son los países de uno y otro lado, no se trata de hacer esa política de bloques, de ver quien tiene más fuerza. Se trata de que predomine el sentido común para que la guerra no se extienda por el resto del planeta.

 

      @pelaez_alberto