La edición de 2024 del festival Glastonbury fue el escenario perfecto para que el artista callejero Banksy, liberara una pieza que critica el fenómeno de la migración.
Se trató de una balsa inflable que contenía figuras que simulaban ser inmigrantes sobre un navío que surcó el mar de gente durante la presentación de la banda Idles, mientras interpretaban la canción Danny Nedelko, que habla precisamente sobre la diversidad y la migración.
La misma banda no supo de este performance hasta que terminó la presentación y el público pensó que se trataba de un acto de los de Bristol, pero más tarde, el representante del grupo confirmó que se trataba de un acto de Banksy.
Esta manifestación artística generó el enojo del ministro del Interior, James Cleverly, quien interpretó esto como una burla y declaró a Sky News que: “Hay un montón de gente bromeando y celebrando actos criminales que cuestan vidas y provocan la muerte de personas. Hay personas que mueren en el Mediterráneo y en el Canal de La Mancha. Esto no tiene ninguna gracia, es repugnante. Es una celebración de la pérdida de vidas”.