CRISIS CLIMÁTICA. La devastación en la isla de Carriacou, Granada, y otras islas del Caribe, demuestra la importancia de mejorar infraestructuras y sistemas de respuesta ante los desastres causados por el cambio climático, que cada vez son más frecuentes
Foto: AFP | CRISIS CLIMÁTICA. La devastación en la isla de Carriacou, Granada, y otras islas del Caribe, demuestra la importancia de mejorar infraestructuras y sistemas de respuesta ante los desastres causados por el cambio climático, que cada vez son más frecuentes  

El huracán Beryl se debilitó ayer ligeramente a categoría 4, la segunda más alta, mientras hoy afecta al territorio de Jamaica. Su paso por el oriente del Caribe provocó al menos cinco muertos en varios países del Caribe.

El fenómeno ciclónico alcanzó la categoría 5 el lunes por la noche y azotó pequeñas naciones insulares con una fuerza sin precedentes, lo que lo convierte en el ciclón más temprano y violento registrado en la actual temporada de huracanes del Atlántico. Este huracán, con vientos que alcanzaron los 270 km/h, ha causado la muerte de cinco personas: tres en Granada, una en San Vicente y las Granadinas, y una en Venezuela.

En Granada, la isla de Carriacou sufrió una devastación casi total en tan solo media hora. El primer ministro, Dickon Mitchell, informó sobre los graves daños en las telecomunicaciones y el suministro eléctrico. La crisis climática es señalada como la responsable del aumento en la frecuencia e intensidad de estos fenómenos naturales, según Simon Stiell, Secretario Ejecutivo del Fondo de Naciones Unidas para el Cambio Climático. 

Las autoridades de varios países, entre ellas Jamaica, Barbados y República Dominicana, han emitido alertas instando a la población a extremar precauciones.

“Insto a todos los jamaiquinos a que se abastezcan de alimentos, baterías, velas y agua. Pongan a salvo sus documentos importantes y retiren cualquier árbol o elemento que pueda poner en peligro su propiedad”, dijo el primer ministro de Jamaica, Andrew Holness en X.

El Centro Nacional de Huracanes de Estados Unidos (NHC) instó a las Islas Caimán y varias zonas de la península de Yucatán y el Golfo de México a extremar medidas ante el avance de Beryl.

El fenómeno no solo se destaca por su temprana aparición, sino también por la velocidad con la que se intensificó. Pasó de ser una tormenta tropical a un huracán de categoría 5 en pocos días, impulsado por las inusualmente altas temperaturas del océano Atlántico.

Este fenómeno preocupa a los meteorólogos, como Philip Klotzbach y Andra Garner, quienes advierten que la rápida intensificación de los huracanes deja menos tiempo para la evacuación de zonas afectadas.