Héctor Manuel Romero Sánchez, experto en temas de seguridad, explicó que no hay evidencias de que la turbosina robada en la alcaldía Gustavo A. Madero se emplea en aerolíneas comerciales, si no que se usaría en jets del crimen organizado que trasiegan estupefacientes y quizá para algunas empresas privadas que operan en los aeropuertos de Puebla, Querétaro y Toluca.
Recordó que hay evidencias de la punción de ductos de turbosina en México desde 2018 e incluso señaló que hace unos días fue hallado abandonado un camión tanque con el hidrocarburo en San Luis Potosí, pero aún no hay muchas evidencias para estimar cantidades sustraídas por huachicoleros.
Romero, analista en transportación y logística del Grupo Safeway, subrayó que el hurto del combustible es cercano a la Avenida 604 y Avenida Texcoco cerca de la Terminal 1 del Aeropuerto y están revisando tres líneas, pero comparado con el robo de gasolina que se proyecta hay más de 90 mil tomas clandestinas, el de la turbosina, es un delito prácticamente con poco tiempo.
Agregó que el punto del incendio donde aún se desconoce si fue por turbosina, diésel o algún otro combustible debe ser considerado como la Zona Cero para la investigación para las autoridades y explicó que esta turbosina robada puede costar hasta 30% menos de su valor, por supuesto en el mercado negro.
“El crimen organizado tiene sus propias flotas de aviones, sus helicópteros para mover la droga”, ahí también se estaría usando la turbosina robada.
Además, Ramos detalló que está documentado y es sabido el uso de pistas clandestinas o irregulares en varias partes del país y principalmente en entidades como Sinaloa, Jalisco y Michoacán, puntos donde se estaría vendiendo este huachicol.
Aclaró que, por el momento, no hay la tecnología accesible para transformar la turbosina que se usa específicamente en aeronaves en algún otro tipo de combustible, es decir, no hay forma para usarla de otra manera, “tiene que ser únicamente en aeronaves”.
Abundó que la ganancia por el robo de este energético puede ser 30% menos, a su costo real, pero en lugares como la frontera, ahí todavía pudieran ser mayores las ganancias, ya que los costos son diferentes.
Al respecto, José Alonso Torres, vocero de la Asociación de Sindicatos de Pilotos Aviadores (ASPA), comentó que hay muchos controles, por lo que la líneas comerciales como Aeroméxico no tendrían acceso a este combustible robado o algunas otras que operan en el AIFA y en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.