SINCERIDAD. “Uno va a escribir y a publicar a su tiempo. Ciertamente, hay escritores que son muy buenos para publicar cada año. Yo no soy uno de ellos”, expresó Crosthwaite.
Foto: Carlos Ángeles | SINCERIDAD. “Uno va a escribir y a publicar a su tiempo. Ciertamente, hay escritores que son muy buenos para publicar cada año. Yo no soy uno de ellos”, expresó Crosthwaite.  

Luis Humberto Crosthwaite nació en Tijuana y reside allá desde que sus lectores no tenían siquiera memoria; sin embargo, a propósito de la publicación de su nuevo libro, El último show del elegante Joan, visitó la Ciudad de México durante unos días para convivir con sus lectores y pasarse por la redacción de 24 HORAS para desdibujar los contornos de su literatura y regalar una exclusiva que alegrará a sus adeptos.

Este nuevo título significó volver a las mesas de lanzamientos tras catorce años de ausencia, fuera del radar de los lectores obsesivos, de los agentes literarios, de todo ese folclore. Pero LHC es un escritor que no sigue exigencias, no busca materializar el deseo de las corporaciones. Es un escritor que escribe.

“El monstruo puede exigir todo lo que quiera, pero uno va a escribir y a publicar a su tiempo. Ciertamente, hay escritores que son muy buenos para publicar cada año. Yo no soy uno de ellos”, dice entre risas. “Yo pienso sobre todo en el lector y no voy a estar publicando nada más por publicar”.

En palabras de Andrés Ramírez, editor de este libro de LHC, los once relatos que componen El último show del elegante Joan son una especie de talleres en sí mismos. El también autor de Idos de la mente piensa que esa percepción puede ser la consecuencia de cuarenta y tantos años de ser escritor. Pero aclara que él busca contar historias y no más, siendo entonces la lucidez y la maestría una consecuencia natural de tantos años de oficio.

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“Tiendo a comparar el cuento más con un poema que con la novela: creo que el poema requiere la exactitud de palabras que también requiere el cuento”, señala LHC. 

Aunque confiesa que los libros que le acompañan cerca durante su escritura no son siempre consultados, pero sí los pone junto a su escritorio. Piensa que de alguna manera lo vigilan y le piden “que ponga atención” con lo que está escribiendo. Por supuesto, entre esos infaltables, se encuentra José Agustín, de quien se dice alumno graduado si es que el autor hubiera fundado una escuela. Asimismo suma al “reverendísimo” Juan Rulfo y los casi nunca nombrados Donald Barthelme y Richard Brautigan

Finalmente, consumido por la curiosidad, tras el dibujo que LHC hizo sobre su cuento en el que se viste mesuradamente de Anton Chéjov, hubo que preguntar “¿en qué andaba?”. Respondió, a manera de exclusiva, que El último show del elegante Joan forma parte de lo que ve como una trilogía dentro de la corriente de la metatextualidad. “Estoy preparando una novelita y otro libro de cuentos”, finalizó.

La entrevista completa: