Desde el inicio de la guerra en Gaza, más de 150 mil personas han contraído infecciones cutáneas por las pésimas condiciones higiénicas en los campos de desplazados, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). “No podemos bañar a los niños como antes, ya que no hay productos de higiene disponibles”, explica Wafaa Elwane, madre de siete hijos.
El hijo de Elwane, de cinco años, pasa las noches rascándose debido a una enfermedad en la piel, una situación común en el campo de desplazados de Deir el Balah, donde las familias viven hacinadas. “Dormimos en el suelo, sobre tierra, de donde salen gusanos”, dice Wafaa desde su carpa. “Mi hijo no puede dormir porque no para de rascarse”, lamenta.
La OMS ha registrado 96 mil 417 casos de sarna y piojos, y 10 mil 38 de impétigo entre la población gazatí. Sami Haid, farmacéutico voluntario en el campo, confirma que la sarna es la infección más extendida, seguida por la varicela.
La desnutrición ha debilitado el sistema inmunitario de los niños, creando un círculo vicioso. En una escuela improvisada, Hamid constató que 24 de 150 alumnos padecen sarna. “Los retretes rudimentarios contribuyen a la propagación de enfermedades”, advierte.
La ONU informa que 1.9 millones de personas están desplazadas en Gaza, de una población total de 2.4 millones. La guerra, iniciada el 7 de octubre, ha dejado miles de muertos y ha exacerbado la crisis humanitaria.