A lo largo de la historia, los Juegos Olímpicos de verano se han visto marcados también por grandes escándalos de dopaje desde que en 1968, con motivo de la cita en México, se prohibiera y controlara el recurso a sustancias anabolizantes.
Y aunque los controles siguen evolucionando y las medidas cada vez son más estrictas, en la actualidad continúan presentándose casos de uso de sustancias prohibidas, como fue el caso del dopaje ruso, cuando, tras una amplia investigación de la Agencia Mundial Antidopaje, el Tribunal Arbitral del Deporte excluyó en 2020 a Rusia de los Juegos de Tokio-2020 (organizados en 2021 por la pandemia) y de Pekín-2022.
Ahora, para combatir de mejor forma el dopaje y de cara a los Juegos Olímpicos de París 2024, distintos organismos están planteando el uso de nuevos métodos, ejercicios y tecnologías que podrán ayudar a tener mejores previsiones y análisis más contundentes para evitar los casos con tiempo de antelación, en vez hacer un control de daños posterior.
Tal es el caso de la International Testing Agency, la cual ya se encuentra trabajando en programas antidopaje por medio de datos individuales de atletas y su gestión a través de la inteligencia artificial, según dijo el director general Benjamin Cohen. El jurista suizo se encarga del programa antidopaje de los Juegos Olímpicos desde hace seis años.
El experto afirma que el objetivo es afinar el “análisis de riesgos“, es decir, decidir qué atletas van a tener un seguimiento específico en función de datos sospechosos, reagrupando las informaciones obtenidas por la unidad de investigación, en el menor tiempo posible y con los menos recursos posibles.
“Queremos ser más móviles y concentrarnos más en el trabajo de lucha contra el dopaje y no tanto en las tareas administrativas, que suelen ser abundantes debido a que trabajamos con datos muy sensibles”, declaró Cohen.
Según Cohen, también quieren crear una base de datos interactiva, que sirva para comparar los datos de ITA con los de otros organismos.
“Ahora disponemos de nuestro propio programa y la próxima etapa consistirá en disponer de dos herramientas para automatizar algunas tareas, por ejemplo, programar ordenadores para que extraigan los datos, ya que todavía hacemos mucho trabajo manual”, añade.
Cómo detectar los rendimientos inhabituales
Desde Tokio 2021, la ITA desarrolla “un pasaporte de rendimiento” para medir y detectar las mejoras extraordinarias en el rendimiento. “Vamos a predecir algunos resultados en función del rendimiento de los atletas cuatro años antes. La inteligencia artificial nos permitirá decir: ‘Se trata de un resultado inhabitual que quizás podría deberse a un caso de dopaje'”, explica Cohen.
Este “pasaporte de rendimiento” ya ha sido probado en la natación y la halterofilia, dos disciplinas en que ningún factor exterior afecta al rendimiento. Esto ya se presentó a la familia del ciclismo, indica el director general de ITA. “Es una herramienta que nos gustaría desarrollar en el ciclismo, ya sea en pista o contrarreloj, donde nos permitiría medir la potencia y el rendimiento individual”, explica.