La unión aduanera Mercosur, compuesta por Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay, inició ayer su 64ª cumbre en Asunción, Paraguay, tras recientes negociaciones con Emiratos Árabes Unidos. La cumbre finalizará hoy con una reunión presidencial marcada por la ausencia del presidente argentino Javier Milei y el ingreso de Bolivia como miembro pleno del bloque.
Este encuentro se lleva a cabo en un contexto de presión por parte de Uruguay para avanzar en un pacto con China y un tratado comercial largamente demorado con la Unión Europea (UE). Además, se espera la firma de acuerdos en coproducción cinematográfica y audiovisual, así como en gestión de riesgo de catástrofes, y una declaración conjunta sobre la lucha contra la delincuencia organizada transnacional.
El presidente de Paraguay, Santiago Peña, recibe a sus homólogos de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva; Uruguay, Luis Lacalle Pou; y Bolivia, Luis Arce, quien formalizará el ingreso de su país al Mercosur tras nueve años de trámites.
El presidente boliviano afirmó que la incorporación de su país “nos convierte en un eje articulador en la región”. Este paso se da en medio de una situación política tensa, donde recientemente se denunció un intento de golpe de Estado.
La cumbre también coincide con recientes tensiones entre Milei y Lula, lo que llevó al presidente argentino a cancelar su asistencia en pos de una reunión conservadora en Brasil. Por su lado, la ministra argentina de Relaciones Exteriores, Diana Mondino, cuestionó la efectividad del acuerdo sudamericano al declarar que le falta “un shock de adrenalina”, al comenzar la reunión de cancilleres del bloque.
El tratado comercial con la UE, que lleva más de 20 años en negociación, sigue siendo un punto conflictivo, especialmente debido a la resistencia de países europeos como Francia. El presidente Lula afirmó que el problema actual en estas negociaciones radica en la situación política europea.
Por otro lado, Uruguay sigue impulsando un diálogo de libre comercio con China, una misión complicada debido a la falta de relaciones diplomáticas entre Paraguay y China, y la falta de consenso entre Argentina y Brasil.