Sin pasar mayores sobresaltos en la generalidad del encuentro, Argentina consiguió su tercer triunfo histórico ante Canadá y con un marcador de 2-0 se convirtió en el primer invitado a la final de la Copa América, en busca de convertirse en la selección más exitosa del continente este domingo.
Más allá de que el conjunto norteamericano dirigido por Jesse Marsch logró un mejor rendimiento durante los primeros 15 minutos, al grado de generar las mejores acciones ofensivas del partido en ese lapso, la intensidad del equipo canadiense cayó de manera gradual para darle el balón al equipo sudamericano.
Sin importantes acciones de gol generadas en área rival y nuevamente con una idea vertical en su estilo de ofender, fue mediante un balón al espacio y un movimiento entre líneas del delantero Julián Álvarez, que Argentina logró abrir el marcador al minuto 22 con el tanto del delantero de 24 años para cerrar una primera mitad de escasa emotividad.
Con el partido recién reanudado en Nueva York y apenas seis minutos transcurridos, bastó con otra acción ofensiva en la que los argentinos condujeron el esférico hasta el extremo del área canadiense, para que un rebote con el capitán habilitado le diera a Lionel Messi su primer gol en la Copa América.
Una vez consumada la misma diferencia de goles que se gestó en el primer partido entre ambos durante la fase de grupos, la Albiceleste se enfocó en cerrar la eliminatoria sin exigirse de más, para comenzar a planificar su trigésima final continental.
A la espera de conocer a su próximo rival para el encuentro que se desarrollará el domingo 14 de julio en el Hard Rock Stadium de Miami, Florida, la Albiceleste podría tener su primera final ante Uruguay desde el cambio de formato del torneo, presentado en 1975, luego de doce finales ante los Charrúas cuando era el Campeonato Sudamericano. Ante Colombia, en caso de que los cafeteros avancen hoy, será una final inédita.