Rusia recibió encendidas críticas durante una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad sobre su ataque masivo contra Ucrania el lunes que alcanzó hospitales, lo que fue calificado como un “crimen de guerra” por una alta funcionaria de la ONU.

“Dirigir intencionalmente ataques contra un hospital protegido es un crimen de guerra y los perpetradores deben ser responsabilizados”, afirmó Joyce Msuya, subsecretaria interina de Naciones Unidas para asuntos humanitarios.

El Consejo, cuya presidencia rotativa ejerce precisamente Rusia, realiza la reunión a pedido del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien confirmó al menos 38 personas muertas, incluyendo cuatro niños, y 190 heridos durante los ataques con 40 misiles que tuvieron por blanco varios pueblos y ciudades ucranianas.

El embajador ucraniano ante la ONU, Sergiy Kyslytsya, acusó a Rusia de “atacar deliberadamente a quienes tal vez constituyen la población más vulnerable en toda la sociedad”, exhibiendo pruebas de un misil de crucero ruso.

El ayuntamiento de la capital de Ucrania decretó un día de luto en la ciudad, donde las banderas ondeaban a media asta y los eventos de entretenimiento fueron pospuestos.

Bombardeo golpea una escuela en Gaza

Un mortífero bombardeo destrozó una escuela utilizada como refugio en el sur de Gaza, y en el norte del territorio palestino miles de personas huyeron de la intensificación de la ofensiva de las tropas israelíes contra el movimiento islamista Hamás.

Una fuente del hospital Naser de Jan Yunis reportó que, como saldo del bombardeo contra la escuela Al Awada en Abasan, hay 29 muertos en Abasan, revisando al alza un balance anterior.

El ejército israelí afirmó que su fuerza aérea lanzó un bombardeo en la zona contra un “terrorista” y que verificaría lo sucedido.

Sus tropas reconocieron haber bombardeado otras tres escuelas desde el sábado, en ataques que dejaron al menos 20 muertos, según autoridades y rescatistas.
Israel defendió que estos bombardeos apuntaban a milicianos que estaban en las escuelas.

En el norte del territorio, los soldados israelíes intensificaron su ofensiva, antes de que ambas partes reanudaran las negociaciones en Catar para tratar de alcanzar un cese al fuego y la liberación de rehenes, tras más de nueve meses de guerra.

William Burns, jefe de la CIA, y David Barnea, jefe de inteligencia israelí, se reunirán en Doha con el primer ministro catarí.