Estados Unidos impuso reglas más estrictas para las importaciones de acero y aluminio procedentes de México, con el fin de evitar que los productos de origen chino evadan aranceles.
Las medidas adoptadas por la administración del presidente Joe Biden en la temporada electoral son las últimas de una serie de iniciativas para proteger a Estados Unidos del exceso de capacidad industrial en China, que Washington ha advertido repetidamente que podría traer una avalancha de productos a precios desleales.
El acero que llegue a través de México sólo podrá beneficiarse de la exención de aranceles si se funde en ese país, en Estados Unidos o en Canadá, según declaró a la prensa Lael Brainard, asesora económica de la Casa Blanca. De lo contrario, se enfrentarán a aranceles del 25%.
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Según la última resolución de Biden, las importaciones de aluminio de México que contengan aluminio primario fundido o moldeado en China, Bielorrusia, Irán o Rusia también enfrentarán un arancel del 10%.
México exigirá a los importadores que proporcionen información sobre los países de origen de los productos.
Esta medida se suma a los recientes aumentos de los aranceles sobre el acero y el aluminio procedentes de países con los que Estados Unidos no tiene acuerdos de libre comercio.
“Estas acciones solucionan un vacío legal importante que la administración anterior no logró abordar, y que países como China utilizan para evitar los aranceles estadounidenses enviando sus productos a través de México”, declaró Brainard.
“El acero y el aluminio chinos que entran en el mercado estadounidense a través de México eluden los aranceles, socavan nuestras inversiones y perjudican a los trabajadores estadounidenses de estados como Pensilvania y Ohio”, denunció.
Mientras la candidatura a la reelección de Biden entra en una fase crítica, el presidente se ha esforzado por ganarse a los votantes de estados indecisos como Pensilvania.”No se debe permitir que China y otras naciones exploten el comercio con nuestros vecinos para evitar la aplicación de la legislación comercial estadounidense”, declaró Scott Paul, presidente de la industrial Alliance for American Manufacturing.
Casi el 90% de los 3,8 millones de toneladas de acero importado de México ya se funde y se moldea en Estados Unidos, Canadá o México, dijo un funcionario bajo condición de anonimato. El resto procede de países como China, añadió sin dar más detalles.
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Del mismo modo, de las 105 toneladas métricas de aluminio procedentes de México, el 94% se fundió o moldeó en los tres países norteamericanos.
Pero los funcionarios sostuvieron que China produce acero más allá de la demanda interna.
“Estas acciones conjuntas con México ayudarán a garantizar la viabilidad a largo plazo de nuestras industrias del acero y el aluminio”, declaró por su parte la Representante de Comercio de Estados Unidos, Katherine Tai.
En mayo, Estados Unidos anunció fuertes subidas de los aranceles a las importaciones chinas, incluidos los correspondientes a vehículos eléctricos y los semiconductores.