Los líderes de las principales sectas de las religiones orientales firmaron un código de ética para la inteligencia artificial (IA) en una ceremonia en Hiroshima, Japón, la cual dirigió el Vaticano.
El acuerdo al que se le denominó como “Llamamiento de Roma para la Ética de la IA” incluye a representantes budistas, sijs y sintoístas, además de empresas tecnológicas como IBM, Microsoft y Cisco.
El objetivo del acuerdo establece que la inteligencia artificial se debe desarrollar “con principios éticos para garantizar que sirva al bien de la humanidad“, el cual se debió a la preocupación en cuánto a su impacto en áreas como la guerra, las elecciones y el empleo.
Los firmantes también indicaron que los sistemas de la inteligencia “no deben discriminar a nadie” y “siempre debe haber alguien que asuma la responsabilidad de lo que hace una máquina”.
Asimismo se estipuló que estos sistemas deben ser confiables, seguros, fáciles de entender y “no deben seguir ni crear sesgos“.
Finalmente, Bhai Sahib Bhai Mohinder Singh, presidente de la organización sij Guru Nanak Nishkam Sewak Jatha, destacó y explicó la importancia del llamamiento como un control moral necesario. La IA “nunca, nunca debería explotar o destruir la creación de Dios, solo debe buscar su mejora y florecimiento”, añadió.