Retomada la actividad con la décima etapa del Tour de Francia, el recorrido galo tuvo una prueba a contrarreloj que conquistó el belga, Jasper Philipsen en la ruta que finalizó en Saint-Amand-Montrond, acompañado en el podio por Biniam Girmay y Pascal Ackermann.
En una fecha que no vio cambios en la clasificación general, aún con Tadej Pogacar como líder del recorrido y dueño del maillot amarillo, Philipsen se hizo con su séptima victoria individual en la Grande Boucle, luego del dominio que mostró en la pruebas de velocidad en la edición del año pasado y tras una primera semana que él mismo calificó como negativa. “Es un alivio ya que la semana anterior no fue buena. Al fin pudimos mostrar nuestra fuerza”.
Con el apoyo de su compañero de equipo, Mathieu van der Poel, el ciclista belga aseguró que su triunfo fue producto de un trabajo de todo el grupo en Alpecin-Deceuninck después de los 187 kilómetros que se corrieron en el día previo a retomar la actividad de montaña.
“Cuando tienes a un campeón mundial como líder y guía en el Tour, las carreras de velocidad son magníficas. Van der Poel manejó cómo quiso y el resultado es totalmente crédito de él”, indicó el vencedor durante el décimo día de actividades.
De cara a las fechas por venir, Pogacar indicó que espera con ilusión la ruta por los Pirineos a la cual considera conoce muy bien luego de vivir durante una etapa en la región de Niza y que le brindó la oportunidad de conocer las montañas de la región. “Estoy contento de entrar en la segunda semana con el maillot amarillo y en cómo está transcurriendo el tour. Lo disfruto cada día”.