Agrupación Nacional (RN) emergió como el principal contendiente para ganar las elecciones legislativas, después de obtener un 33% de los votos en la primera ronda. Sin embargo, quedó en tercer lugar, detrás de la alianza de Emmanuel Macron y de la coalición de izquierda Nuevo Frente Popular (NFP). A continuación, se presentan tres razones clave que explican la derrota.
RN, aislados y contra todos
Aunque los resultados representan la mayor entrada de diputados ultraderechistas en la Asamblea Nacional, desde el final de la Segunda Guerra Mundial, con 143 de los 577 escaños, el principal motivo de su revés fue el “frente republicano” en su contra.
El NFP y la alianza de Macron retiraron más de 200 candidatos en conjunto en el balotaje para concentrar el voto en aquellos “republicanos” con más posibilidades de derrotar a un rival ultraderechista en cada circunscripción.
La extrema derecha perdió así 90 de los 152 duelos contra un candidato del NFP y 105 de los 128 contra un candidato oficialista, lo que demostró una mayor movilización de los votantes de izquierda para frenar al RN.
Además, voces como la del futbolista Kylian Mbappé llamaron a votar “contra los extremos”.
Candidatos sin credibilidad
Más allá del “frente republicano”, RN parece haber adolecido de falta de preparación. En el terreno, decenas de candidatos dieron una imagen de incompetencia, amateurismo y racismo sin complejos.
Una candidata rechazó que RN fuera racista al asegurar que tiene “un oculista judío” y un “dentista musulmán”; otro expresó sus “dudas” sobre el carácter antisemita de las declaraciones del líder histórico Jean-Marie Le Pen.
En las redes sociales, se viralizaron fragmentos de debates televisados donde candidatos de extrema derecha mostraron incapacidad para explicar su programa. Algunos ni siquiera se presentaron en público durante la campaña.
Estas polémicas lastraron la estrategia de normalización emprendida por Marine Le Pen para presentar una imagen más moderada de su partido.
Polémica de la nacionalidad
Más allá de su indefinición en temas de campaña, como la derogación de la reforma de las pensiones de Macron, la principal polémica giró en torno a la propuesta de prohibir a los franceses con doble nacionalidad el acceso a ciertos puestos estratégicos, propuesta que fue defendida por Jordan Bardella, presidente de Agrupación Nacional.
Su diputado Roger Chudeau, quien fue reelegido, fue aún más lejos al señalar una “doble lealtad” de los binacionales, citando el caso de la franco-marroquí Najat Vallaud-Belkacem ―actual consejera general del cantón 12º de Lyon―, a quien considera que nunca debería haber ejercido como ministra socialista de Educación Nacional entre 2014 y 2017. Incluso la líder del partido, Marine Le Pen se declaró “estupefacta” por estas declaraciones.