En una cumbre histórica celebrada en Washington, los países miembros de la OTAN han reafirmado su compromiso con Ucrania, al destacar que la nación europea está en un “camino irreversible” hacia su adhesión a la Alianza Atlántica.
El comunicado final del segundo día de la cumbre subraya que Rusia sigue siendo la principal amenaza a la seguridad de los aliados, mientras que expresan preocupación por el papel facilitador de China en el conflicto, al apoyar la base industrial de defensa de Moscú.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, quien se encuentra en Washington, ha valorado positivamente estos envíos como un paso hacia “una paz justa y duradera”. Aunque Ucrania aún espera una invitación formal para unirse a la alianza militar, se reconoce que está en un “camino irreversible” hacia la adhesión.
La coalición ha decidido también desarrollar su industria de defensa y ha comprometido un apoyo militar significativo, incluyendo sistemas de defensa aérea avanzados y un fondo de ayuda mínimo de 40 mil millones de euros para el próximo año.
Sin embargo, la cumbre, que finaliza hoy, se lleva a cabo en un clima político incierto en Estados Unidos, con divisiones internas sobre el liderazgo de Joe Biden y la sombra persistente del expresidente Donald Trump, cuyas posturas han generado debates sobre el compromiso estadounidense con la OTAN.
En ese sentido, Jens Stoltenberg, secretario general de la Alianza, expresó su esperanza de que Washington mantenga su firme compromiso con la alianza, sin importar el resultado de las elecciones presidenciales.